Daniel Torres es el volante de la Selección Colombia que actualmente milita en el Alaves del fútbol español. El jugador tuvo una época exitosa en Independiente Santa Fe con dos Superligas, dos ligas y una Copa Sudamericana.
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Sin embargo, Torres tiene un pasado que por poco le cuesta su carrera profesional. Su adicción al alcohol parecía ser su sombra, incluso, no podía entrenar en sus cinco sentidos. "Nunca bebí. No me gustaba el alcohol. ¡Jamás! En Colombia lo popular era el aguardiente. Pero a mí no me gustaba. Y empecé a tomar whisky. Yo solo podía tomarme dos botellas. Se me notaba en la cara y en el tufo", afirmó el deportista a El País de España.
Los dirigentes capitalinos no sabían qué hacer con él porque era un futbolista con gran futuro. En 2011 cuando llegó Néstor Otero al club 'cardenal' las cosas para el volante empeoraron.
"En Santa Fe me perdonaron unas ocho veces con prueba de alcoholemia positiva. El doctor y el presidente me lo pasaban. Hasta que llegó un técnico en 2011 y me sentó. Seis meses estuve sin jugar. Le dije al presidente que me dejara ir a Nacional de Medellín", confesó.
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Con los 'verdolagas' pensó que podía tomar otro rumbo para no tener más errores, pero no fue así: "Empecé a salir más. Solamente duré seis meses. El día de mi cumpleaños me fui de fiesta y a los tres días llegué al entrenamiento cuarenta minutos tarde. Me hicieron prueba de alcoholemia y di positivo".
Los directivos de Atlético Nacional lo relegaron del equipo debido a sus indisciplinas.
Su esposa decidió dejarlo, ella no deseaba que su pequeño hijo lo viera en ese estado. César Pastrana, presidente de Santa Fe, lo llamó porque a pesar de todo quería lo mejor para Daniel Torres. "Pastrana me llamó y me dijo que no le gustaba verme mal. Pensaba que yo tenía mucho potencial".
