Juan Guillermo Cuadrado no se escapa de la realidad de millones de niños colombianos que vivieron en propia carne las secuelas de la guerra. Día a día el volante veía en la puerta de su casa a su padre repartir gaseosa en un camión. Por el conflicto armado, no volvió a verlo. Su progenitor murió tras impactos de bala que los hicieron desvanecer en Necoclí, Antioquia.
Hoy el futbolista, catalogado como uno de los mejores del fútbol europeo, milita en la Juventus de Italia, uno de los clubes con más historia en el viejo continente, y disputará el Mundial de Rusia con la Selección Colombia.
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Pero levantarse fue algo que le enseñó su madre, Marcela Bello Guerrero. Le inculcó no perder la humildad e inocencia de aquel joven que deslumbró en las canchas colombianas. Con Independiente Medellín debutó y dio el paso al fútbol europeo.
El Udinese fue su primera casa en Italia, balompié en el que se ha mantenido por sus trayectoria en Lecce, Fiorentina y Juventus. Sin embargo, el volante tuvo la oportunidad de migrar a la liga inglesa, donde tuvo éxito con el Chelsea.
Es sonriente, hábil en el campo de juego y no teme expresarse cuando lo ve necesario. Esas son las fórmulas del jugador que se ha convertido pieza fundamental en el esquema de José Pékerman, el entrenador del combinado nacional que ve en él una de las salidas por las bandas cuando el juego 'tricolor' necesita un respiro.
Cuadrado decidió unir su vida hace dos años a Melissa Botero. Viven juntos en Italia y acompaña al futbolista en todos los encuentros. Según comenta su madre, Marcela, el volante siempre ha sido un hombre de familia que busca el bienestar de sus seres queridos.
Cuadrado, del dolor al triunfo
Mar, 12/06/2018 - 09:31
Juan Guillermo Cuadrado no se escapa de la realidad de millones de niños colombianos que vivieron en propia carne las secuelas de la guerra. Día a día el volante veía en la puerta