Alejandro Calderón, conocido por su nombre de batalla "Sensei", ha trascendido más allá de su victoria en Desafío The Box 2023. Este atleta de 36 años, destacado en el mundo de las carreras de obstáculos, lleva una vida llena de cicatrices y tatuajes que narran una historia de superación y fortaleza personal.
Desde el momento en que comienza su día, Sensei demuestra que su vida no se limita a las competiciones y entrenamientos. Cada mañana, se despierta junto a su novia en Pereira a las 7:00 am, dedicando tiempo a cuidar sus plantas y conectar consigo mismo a través de la escritura. Este ritual de introspección, meditación y manifestación le permite plasmar sus sueños cumplidos y aquellos que aún persigue.
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Su jornada lo lleva a Extreme Fit, su gimnasio en el que se especializa en entrenamiento funcional con asesoría personalizada. Allí, el atleta dedica gran parte de su mañana a guiar a jóvenes en clases grupales y entrenar con amigos que comparten su pasión por el deporte. La calma y el equilibrio mental que ha cultivado a lo largo de los años le han permitido destacarse como un líder sereno y respetado dentro de su grupo.
La historia de Calderón está marcada por un evento crucial que moldeó su vida. A los 14 años, un grave accidente lo dejó en coma durante 14 días. Sin embargo, esta adversidad no quebró su espíritu. Según Caracol Televisión, su conexión con la naturaleza, la meditación y la respiración consciente jugaron un papel fundamental en su recuperación y desarrollo de una fortaleza mental notable.
Sensei en el Desafío XX
Su participación en la nueva temporada del programa ha añadido una nueva capa a su ya fascinante trayectoria. En la edición más reciente del programa, los equipos fueron divididos y, como parte del equipo de exparticipantes, Sensei se encontró en el centro de un momento de tensión. Durante el capítulo 92, un intercambio candente con la concursante Karoline se volvió viral. En una confrontación que capturó la atención de los espectadores, Karoline le reprochó su actitud, mientras que él defendió su postura con una mezcla de humildad y sentido del humor.
Karoline le dijo: “Así como me respondieron a mí, sin argumentos. Cuando tú dejes un poquito esa soberbia va a ser más chévere (…) Esto es un juego, Sensei, relájate. Es un juego, mi amor.” Sensei, sin perder su compostura, respondió: “Yo no soy soberbio, sino que yo soy es recochero, que es diferente.” La escena culminó con la intervención de otro concursante que intentó calmar la situación, sugiriendo: “Ya, amor y paz.”
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Alejandro Calderón continúa siendo un referente no solo en el ámbito deportivo, sino también como un ejemplo de resiliencia y autenticidad. Su capacidad para equilibrar la fuerza física con la fortaleza mental y emocional demuestra que, para Sensei, cada obstáculo es una oportunidad para crecer y cada desafío una lección de vida.