El mundo del entretenimiento en Colombia se encuentra de luto tras el fallecimiento de la ‘Gorda Fabiola’, una pionera del humor que logró conquistar el corazón de miles de televidentes con el icónico programa ‘Sábados Felices’. Su partida no solo deja un vacío en el ámbito artístico, sino que también ha impactado profundamente a quienes tuvieron la suerte de compartir su vida y carrera.
Nelson Polanía, conocido cariñosamente como ‘Polilla’, quien fue su esposo y compañero de vida, compartió sus experiencias en este difícil proceso de duelo. En una emotiva entrevista con Caracol Radio, él reveló que desde el fallecimiento de su esposa ha vivido momentos que lo han dejado perplejo, llenos de una carga emocional que desafía la lógica.
Una de las experiencias más inquietantes ocurrió durante el novenario de la ‘Gorda Fabiola’. Según relató, su perrita Natilla tuvo un comportamiento peculiar: se levantó del sofá y fijó la mirada en la puerta, como si estuviera siguiendo el paso de alguien por el pasillo. “Lo vi y me dio escalofrío”, confesó el humorista, reflejando la mezcla de amor y tristeza que acompaña sus recuerdos.
Otro episodio que ‘Polilla’ considera como una señal extraña tuvo lugar semanas antes de la muerte de la comediante. Un bonsái que le habían regalado a ‘Fabiola’ estaba en perfectas condiciones, pero en el día de su partida, todas sus hojas se cayeron, dejando solo el tallo. “Eso también me hizo pensar que algo raro estaba ocurriendo en casa”, expresó.
Con el corazón desgarrado, Polanía destacó la profunda conexión que compartían: “No solo se murió mi esposa. Era mi socia, mi ‘partner’ de escenarios, mi compañía, mi todo”. Estas palabras encapsulan la esencia de una relación que iba más allá del amor, un vínculo que enriquecía su vida personal y profesional.
La ‘Gorda Fabiola’ no solo dejó un legado de risas y alegría en la televisión colombiana, sino que también se lleva consigo el amor incondicional de un compañero que la recuerda con admiración y melancolía. Su partida marca un antes y un después en el panorama del humor en el país, pero su espíritu y su risa perdurarán en la memoria colectiva de todos los que tuvieron la fortuna de disfrutar de su talento. En estos momentos de tristeza, el legado de la ‘Gorda Fabiola’ resuena con fuerza, recordándonos que el amor y el humor son eternos.