Desde el pasado 30 de enero, Daneidy Barrera, conocida como Epa Colombia, se encuentra recluida en la cárcel de mujeres El Buen Pastor, cumpliendo una condena de cinco años tras ser encontrada culpable por la destrucción de varios elementos en una estación de Transmilenio durante el estallido social de noviembre de 2019. Le imputaron cargos por daño a bien ajeno y perturbación del transporte público, una condena que fue ratificada por la Corte Suprema de Justicia.
A lo largo de las últimas semanas, la vida de la empresaria ha estado marcada por la distancia y el dolor de la separación. En medio de la reclusión, la empresaria ha mostrado su profunda tristeza por estar lejos de su familia y, especialmente, de su hija, Daphne Samara, quien tiene apenas nueve meses de edad. La joven madre no ha ocultado el sufrimiento de estar privada de libertad mientras su hija crece fuera de su alcance.
El 15 de febrero, la familia de Epa Colombia tuvo la oportunidad de visitarla dentro del centro penitenciario. En un gesto que no pasó desapercibido, llegaron en uno de los lujosos automóviles de la empresaria, lo que atrajo la atención de quienes estaban presentes en el lugar. A pesar de la difícil situación que atraviesa, la reunión familiar fue un momento emotivo que permitió a la influencer sentir el apoyo y el cariño de los suyos. La visita fue por parte de su padre, Gerardo Barrera, su pareja, Karol Samantha y su hija, la pequeña Daphne.
La carta de Epa Colombia a su hija
Desde la cárcel, Daneidy Barrera compartió con sus seguidores un emotivo video en el que leyó una carta sentida dirigida a su hija Daphne Samara. La carta reflejó la pena y el amor infinito que siente por su hija, a quien no ha podido cuidar como desearía. “Samara, hija, no sabes cuánto te extraño. Tus ojos tan hermosos y tan perfectos. Vivo por ti, eres mi motor para nunca rendirme. Eres tan tierna, tan consentida, tan amorosa”, expresó entre lágrimas, evidenciando el profundo vínculo materno que la une con su pequeña.
En su mensaje, Epa Colombia le recordó a su hija lo mucho que la ama y le pidió a Dios que la proteja siempre. “Tu mamá siempre le pide a Dios que te cuide y siempre te ilumine y te guarde de todo mal y todo peligro”, agregó, con la esperanza de que pronto pueda estar reunida con ella. “Y como tú misma dices: ‘¿Cómo te llamas? Samara’”, concluyó con ternura, remarcando la conexión tan especial entre madre e hija.
