Los jóvenes se ven afectados de manera desproporcionada por la crisis de Covid-19, y más de uno de cada seis de ellos, dejó de trabajar desde el inicio de la pandemia, dijo el miércoles la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
"La crisis económica de Covid-19 está golpeando a los jóvenes, especialmente a las mujeres, con más fuerza y rapidez que a ningún otro grupo", dijo el director general de la OIT, Guy Ryder, en una videoconferencia en Ginebra.
"Si no tomamos medidas significativas e inmediatas para mejorar su situación, el legado del coronavirus podría estar con nosotros durante décadas", dijo Ryder.
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El número estimado de empleos totales perdidos en todo el mundo en el segundo trimestre de 2020 se mantiene sin cambios en 305 millones, aseguró la OIT.
Desde una perspectiva regional, las Américas (13,1 %) y Europa y Asia Central (12,9 %) presentan las pérdidas más sustanciales en horas trabajadas en el segundo trimestre de este año.
Ryder señaló que si el talento y la energía de los jóvenes se ven afectados por la falta de oportunidades o habilidades, se dañará el futuro de todas las personas y será mucho más difícil reconstruir una economía mejor, posterior a la pandemia.
Los jóvenes que siguen trabajando han visto sus horas de trabajo reducidas en un 23 %, señaló la OIT.
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Según el informe de la OIT, 'Covid-19 y el mundo del trabajo', los jóvenes se están viendo afectados de manera desproporcionada por la pandemia y el aumento sustancial y rápido del desempleo juvenil desde febrero está perjudicando más a las mujeres jóvenes que a los hombres.
También se descubrió que la pandemia del coronavirus está infligiendo un triple choque a los jóvenes. "No sólo está destruyendo su empleo, sino que también está perturbando la educación y la formación, y poniendo grandes obstáculos a los que tratan de entrar en el mercado laboral o de cambiar de empleo", señaló la organización.
La OIT aseguró que con un 13,6 %, la tasa de desempleo juvenil en 2019 ya era más alta que la de cualquier otro grupo. Hay, en este momento, alrededor de 267 millones de jóvenes sin empleo, educación o formación en todo el mundo.
Los jóvenes de entre 15 y 24 años de edad que estaban empleados también tenían más probabilidades de realizar trabajos que los dejaban en situación de vulnerabilidad, como ocupaciones mal remuneradas, trabajos en el sector informal o como trabajadores migrantes.