Omar Antonio Hurtado Robles trabajador bogotano habló con KienyKe.com y contó como con 58 años sin importar su experiencia laboral en diferentes compañías no encuentra una empresa que finalmente lo ayude a pensionarse.
Actualmente él tiene 1.750 semanas cotizadas. Sin embargo, le hace falta cuatro años para legalizar su jubilación. En Colombia según Colpensiones para poder obtener su pensión las personas deben tener 57 años (mujeres), 62 años (hombres) y 1.300 semanas cotizadas (aproximadamente 26 años laborando).
El bogotano se suma a los colombianos afectados por el COVID-19. El año pasado cuando comenzó la pandemia, él cumplía diez años en una empresa de construcciones, pero tras la contingencia decidieron: primero, bajar al 50 % su salario, luego, le enviaron un comunicado donde suspendieron su contrato aunque seguían pagando su salud y pensión. Finalmente, la compañía lo despidió por las bajas de ventas.
Él se considera una persona proactiva, responsable, dedicado a su trabajo y maneja sus relaciones profesionales de la mejor manera. Sin embargo, no son las características suficientes para cumplir los días de trabajo en una empresa y adquirir su pensión.
“Ha sido muy traumático para mí. A pesar de que tengo 58 años, yo soy una persona que todavía puede estar laboralmente activo”, afirmó Omar.
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Como Omar existen más colombianos con este problema. La plenaria del Senado salvó el proyecto de ley con el cual se busca estimular el empleo en los adultos mayores en el país, aprobándolo en su cuarto debate.
A esta iniciativa le resta la sanción presidencial, para impulsar el empleo en adultos mayores que no gozan de pensión, a través de la creación de incentivos tributarios para aquellas empresas que los contraten para el ejercicio de roles específicos.
Para generar empleo para esta población, las empresas que contraten a mujeres mayores de 57 años y a hombres mayores de 62, deducirán del impuesto de renta 120% de sus costos laborales, siempre que al menos 2,5% de nómina está integrada por personas mayores y que éstos duren al menos 1 año en la empresa.
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De acuerdo a las estimaciones que planteó este proyecto, se beneficiarán 2´343.373 adultos mayores del país. Además, su vinculación laboral servirá como criterio de desempate en procesos de contratación pública.
“He golpeado muchas puertas y no me dan la oportunidad. Ha sido difícil, a uno lo rechazan por la edad, según el pensamiento del empresario uno con 58 años no es útil para una empresa pero estoy dispuesto a demostrarles que todavía valgo”, aseguró Omar.
Nos devolvimos en el tiempo y descubrimos que el sueño de Omar era tener una empresa de camiones. No obstante, debido a la dificultad económica y lo complicado que era para sus padres sustentar a sus siete hijos, Omar desistió de su sueño.
Él empezó a trabajar a los quince años, en temporadas vacacionales y recordó que su primer trabajo fue en una panadería en la primera de mayo con carrera décima. Su mamá lo acompañó y autorizó que trabajara siendo menor de edad.
“Cuando cumplo 16 años me dio el afán por las dificultades económicas”, su familia siempre tuvo un alimento en su mesa pero no lograba cumplir sus gustos, entre ellos, unos tenis Croydon.
- Yo quiero tener unos tenis como los que tienen mis amigos. Mencionó Omar a su papá.
- ¿Quiere tener esos tenis? Trabaje.
“Mi padre me dijo eso y a mi se me disparó el chip ‘trabaje’. Así que decidió parar sus estudios y dejar a un lado el sueño de niño de tener una empresa con varios camiones a su disposición.
Desde mensajero a pie, de esos que ya no se ven por la calle, ayudante de panadería, todero en un restaurante y varios empleos más, Omar actualmente trabaja con una empresa que comercializa tomates monterosa los días martes y viernes por 30 mil pesos al día y gracias al buen corazón de un empresario venezolano que le dio la oportunidad. El trabajo de él es ayudar con la distribución de los pedidos a restaurantes y gente del común.
Este bogotano cuenta con el apoyo de su hijo. Vive en el sur de Bogotá en el barrio Gustavo Restrepo y busca el apoyo de alguna empresa que no se fije en su edad sino en su potencial para trabajar.