A lo largo de sus 75 años de historia, Alpina se ha posicionado como una empresa líder en el mercado de alimentos. En el imaginario de los ciudadanos, muchos la reconocen por su oferta en lácteos o por la característica Cabaña ubicada en Sopó, Cundinamarca, donde comercializan sus productos mientras ofrecen una experiencia única.
En 2021, la marca se renueva, para ofrecer “un mundo delicioso”, así lo explicó Diana Morales, gerente de marca de la compañía, en entrevista con kienyke.com
“Este ha sido un proceso de más de dos años y que nace desde una pregunta estratégica ¿qué podemos hacer en la compañía para estar más cerca a nuestros consumidores?”, precisó la gerente de marca.
En medio de este proceso, Alpina identificó tres aspectos principales: nutrición, sostenibilidad y sabor. Con base en lo anterior, la compañía replanteó sus metas y propósitos, sin perder la esencia que los ha caracterizado.
Uno de los aspectos clave tanto para la compañía como para sus clientes fue la manera como este cambio se comunicó. El cambio de slogan fue clave en todo el proceso: “Alpina por un mundo delicioso”. De la mano con este cambio, llegó la nueva imagen, “diseñamos una nueva imagen mucho más moderna, cercana y alegre que responda a las necesidades y a las tensiones que identificamos en el consumidor colombiano”.
Nueva imagen misma esencia
El consumidor es el centro de todo el proceso de transformación que ha vivido Alpina, así lo precisó Diana Morales, “priorizamos las necesidades de las personas, antes que las industriales”. Bajo esta premisa, Alpina se comprometió que trascender de la campaña de comunicación en torno a su cambio de imagen, para llegar a acciones tangibles. Aspectos como el plástico nutro, carbono neutro, ganadería sostenible, cero deforestación y desnutrición son hoy prioridades de la marca.
Desde el primer momento Alpina estableció una necesidad principal para este cambio: “necesitábamos una marca alegre, moderna, cercana y aspiracional”, es así como la compañía mantuvo los rasgos que la han identificado a lo largo de estas más de siete décadas, y los fusionó con lo que representa su nueva apuesta conceptual.
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El Matterhorn o monte Cervino, es una constante en las apuestas gráficas de la compañía desde sus inicios, puesto que representa el vínculo de los fundadores de la compañía con su país natal, Suiza.
Por otro lado, la letra cursiva y el medallón también continúan vigentes en esta nueva imagen de Alpina. “Lo que hicimos fue flexibilizar la marca con estos valores que están posicionados en la mente de los consumidores”, añadió.
