Carlos Arturo Marín fue capturado por las autoridades el pasado jueves 2 de julio debido a que, según la Fiscalía, fue la persona que escoltó en motocicleta al hombre que en la camioneta Nissan Patrol de placas LAF-565 ingresó a la fuerza en la Escuela General Santander de Bogotá y explotó dejando a 22 cadetes muertos y otros 89 heridos.
De acuerdo con la información compartida por el ente investigador, Marín haría parte de las filas del Eln y habría ayudado en el financiamiento, planificación y ejecución del acto terrorista perpetrado hacia las 9:30 de la mañana del 17 de enero de 2019.
Los investigadores aseguraron que el hombre salió en moto desde Zipaquirá hacia Bogotá y que al llegar se encontró con Angie Lorena Solano, otra de las capturadas que habría estado encargada de escoltar la camioneta gris cargada con 80 kilos de pentolita.
A pesar de lo dicho por la Fiscalía, la captura de Carlos Arturo Marín ha generado varias dudas. Incluso, en las audiencias preliminares el Ministerio Público expresó su preocupación por el caso debido a que consideró que las pruebas presentadas hasta el momento en su contra no son contundentes para inferir su responsabilidad en los hechos.
Érika Marín, hija de Carlos Arturo Marin, le dijo a KienyKe.com que su padre es inocente, que jamás ha tenido vínculos con el Eln y que todo esto se trata de un “falso positivo judicial”.
Aseguró que ese 17 de enero Carlos Arturo viajó de Zipaquirá, municipio en el que vive, hacia Bogotá debido a que hizo el favor de hacer el acarreo de un mueble y porque tenía clase en el curso que estaba haciendo para ser instructor de conducción. Según dijo, ese día su se movilizó en una camioneta y no en una moto como lo ha dicho la Fiscalía.
“Él salió temprano a recoger este mueble. Llegó a Teusaquillo, lo recogió y de ahí salió a donde una tía que vive cerca a la General Santander. Almorzó y después, sobre la 1:00 de la tarde, fue a la sede donde estaba haciendo el curso, que es un lugar que también queda cerca a la Escuela de Cadetes. Sobre las 6:45 de la tarde regresó a Zipaquirá”, contó.
Érika mencionó que la Fiscalía lo involucró por una supuesta comunicación que Carlos Arturo habría tenido con Angie Lorena Solano, pero aseguró que la entidad no dejó claro si esa supuesta conexión tiene que ver con el atentado a la General o no.
La joven indicó que los miembros de la Policía allanaron su casa en Zipaquirá el pasado 2 de julio y que buscaron panfletos y otros elementos que vincularan a su padre con el Eln pero que "no encontraron nada".
“En la casa de mi papá jamás ha habido algo de eso. Mi papá jamás ha participado en un movimiento de nada y mucho menos del Eln. Es un momento muy difícil para la familia, ha sido muy traumático. En ese momento se encuentra injustamente detenido”, mencionó.
Aseguró, por otro lado, que en las audiencias el delegado del Ministerio Público ha dicho que no existen pruebas sólidas para sustentar los cargos que le imputan a su padre pues, como ellos mismos han dicho, Carlos Arturo viajó a Bogotá para hacer el acarreo del mueble y para asistir a su curso de instructor.
“Él no ha tenido un contacto con el Eln ni con ningún movimiento rebelde. A él le dicen que es cómplice de escoltar la camioneta en una moto, pero mi papá jamás ha manejado moto en su vida. Él no es la persona que buscan, no tuvo nada que ver con este acto atroz. Creemos que es un falso positivo judicial porque es inocente y ellos vinieron a capturarlo por cosas que no hizo”, manifestó.
Érika le pidió a las autoridades que liberen a su padre porque él es “totalmente inocente” y que, además, limpien su nombre porque no tuvo que ver con este atentado terrorista.
“Nosotros pedimos la libertad y pedimos que limpien su nombre, porque en los noticieros dijeron que capturaron a ocho personas que hicieron parte del acto terrorista, diciendo que mi papá era un tal “alias Marín”, mostrando sus fotos y todo el video de cómo fue el allanamiento que hicieron en mi casa. Queremos que se haga justicia y que salga libre porque es inocente”, finalizó.