En un movimiento que promete mejorar la conectividad en zonas apartadas de Colombia, Satena anunció nuevas frecuencias en rutas clave que enlazan a Bogotá con Medellín, Puerto Carreño, Inírida y Quibdó. Además, los viajeros que vuelan entre Medellín y destinos costeros como Bahía Solano y Nuquí también verán un aumento en la disponibilidad de vuelos.
Este anuncio marca un paso importante para la aerolínea estatal, que busca responder a la creciente demanda en regiones donde el transporte aéreo es más una necesidad que un lujo. Estas nuevas frecuencias, que arrancó el 9 de agosto, abren la puerta a mejores opciones de horarios y mayor conectividad para quienes necesitan desplazarse hacia o desde algunas de las zonas más remotas del país.
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Aunque el tráfico aéreo entre Bogotá y Medellín siempre ha sido robusto, lo realmente interesante de esta expansión es el enfoque en rutas que conectan a ciudades grandes con destinos mucho menos accesibles. Puerto Carreño, Inírida, Nuquí y Bahía Solano son lugares donde las opciones de transporte son limitadas y, en muchos casos, viajar en avión es la única alternativa viable.
El mayor general Óscar Zuluaga Castaño, presidente de Satena, subrayó la importancia de estos nuevos vuelos al afirmar que la aerolínea sigue comprometida en unir a los colombianos, especialmente en aquellas regiones donde el transporte aéreo no solo facilita la movilidad, sino que también impulsa el desarrollo económico y social.
“Con estas rutas adicionales, seguimos cumpliendo nuestra misión de conectar a Colombia, brindando opciones de viaje convenientes en todas las regiones del país”, aseguró Zuluaga. Su declaración deja clara la visión de Satena como un actor clave para la integración regional en un país con una geografía que dificulta las conexiones por tierra.
Para las nuevas rutas, Satena utilizará aeronaves como el ERJ 145, ATR 42 y B 1900, con capacidades que van desde los 19 hasta los 50 pasajeros. Esta flota, diseñada para operar en aeropuertos más pequeños y con menos infraestructura, es ideal para los destinos seleccionados, permitiendo que las frecuencias adicionales sean viables tanto en términos operativos como económicos.
Estos aviones se adaptan a las particularidades de cada ruta: en trayectos más cortos y con menos demanda, el B 1900 con capacidad para 19 pasajeros ofrece la flexibilidad necesaria, mientras que el ATR 42 y el ERJ 145 se despliegan en rutas de mayor tráfico.
Sin embargo, no es solo una cuestión de agregar más vuelos. Las frecuencias adicionales representan una oportunidad para que estas comunidades remotas se mantengan conectadas con el resto del país, facilitando el transporte de pasajeros, pero también de carga y correo, aspectos vitales para el desarrollo local.
Calendario de las nuevas frecuencias
La programación de estos vuelos adicionales está diseñada para ofrecer mayor flexibilidad a los viajeros. Entre las rutas que verán una mayor frecuencia se encuentran:
- Bogotá-Medellín: con nuevas salidas a las 2:55 p.m., 5:30 a.m. y 1:05 p.m. en diferentes días.
- Bogotá-Puerto Carreño: con salidas adicionales a las 12:54 p.m. y 7:05 a.m., entre otros horarios.
- Medellín-Bahía Solano: con nuevas opciones de vuelo a las 11:35 a.m. y 12:55 p.m.
- Medellín-Nuquí: con frecuencias adicionales a las 10:30 a.m.
- Bogotá-Inírida: con vuelos a las 9:20 a.m. y 5:30 a.m. en días específicos.
Esta ampliación no solo ofrecerá más opciones para los viajeros frecuentes, sino que también permitirá una mayor competitividad en rutas que han sido tradicionalmente limitadas en cuanto a la oferta.
Para Satena, estas nuevas frecuencias representan un paso más en su misión de conectar a Colombia de manera integral. Con una flota adaptada a las necesidades de cada región y un enfoque en mejorar la calidad de vida de las comunidades, la aerolínea sigue consolidando su papel como el puente aéreo entre las zonas más apartadas y las grandes ciudades del país.