
El papa Francisco mandó, por medio de la Nunciatura Apostólica, material médico y quirúrgico a Colombia para ayudar a los enfermos del covid-19, comunicó este martes Vatican News, el portal oficial de la Santa Sede.
El pontífice envió "cuatro respiradores pulmonares con toda su dotación, una buena cantidad de mascarillas KN 95, mascarillas de protección MASK, mascarillas de protección King Mask JR 7001 y 200 gafas de protección", informó el portal.
A su vez, precisa que "el representante del Santo Padre, Monseñor Luis Mariano Montemayor, como Nuncio Apostólico ha hecho todo lo necesario para enviar estos dones a una zona con gran necesidad en Colombia, para la atención de personas necesitadas en el campo médico".
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Vatican News recordó que Colombia no es el primer país que recibe ayuda del pontífice.
En abril de 2020 Francisco "hizo un regalo de respiradores y material médico a los hospitales de Italia, España y Rumanía, entonces de rodillas por culpa del Covid. Unas semanas antes, también en 2020, la Santa Sede había anunciado la compra de treinta respiradores pulmonares para responder a las necesidades de varios nosocomios".
Además, en agosto de 2020 el Vaticano mandó "dieciocho respiradores Draeger para cuidados intensivos y seis ecógrafos portátiles Fuji a Brasil, donde más de 700.000 habitantes de las zonas costeras y de la selva amazónica fueron y siguen siendo los más afectados por el virus".
Papa Francisco condena guerras en pandemia e inequidad con vacunas
El papa Francisco, en su bendición tradicional Urbi et Orbi del Domingo de Resurrección, pidió acallar las armas y cesar la violencia al calificar de "escandaloso" que los conflictos armados continúen en medio de la pandemia.
"La pandemia todavía está en pleno curso, la crisis social y económica es muy grave, especialmente para los más pobres; y a pesar de todo —y es escandaloso— los conflictos armados no cesan y los arsenales militares se refuerzan. Este es el escándalo de hoy".
El obispo de Roma recordó que "todavía hay demasiadas guerras y demasiada violencia en el mundo".
"Que el Señor, que es nuestra paz, nos ayude a vencer la mentalidad de la guerra. Que permita a los prisioneros de los conflictos, especialmente en el este de Ucrania y en Nagorno Karabaj, que regresen sanos y salvos a sus familias, e inspire a los gobernantes de todo el mundo para que se frene la carrera de armas", pidió Francisco.
El papa expresó su cercanía a miles de personas en Birmania que "están comprometidos con la democracia, haciendo oír su voz de forma pacífica, sabiendo que el odio sólo puede disiparse con el amor".
También se solidarizó con los migrantes en cuyos rostros, dijo, "reconocemos el rostro desfigurado y sufriente del Señor que asciende al Calvario".
El papa agradeció a los países como Jordania y el Líbano que acogen generosamente a los que buscan refugio, e instó a la comunidad internacional a apoyar al pueblo libanés en su vocación de ser "una tierra de encuentro, convivencia y pluralismo".