Anderson Perlaza Caicedo, alias 'Borojó', exmiembro de la guerrilla urbana de las desaparecidas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), devenido en narcotraficante, fue abatido por miembros de las fuerza de élite de la Policía Judicial de Colombia, en la selva del departamento de Nariño.
El anuncio del operativo fue hecho por el presidente de la república, Iván Duque, a través de sus cuentas en redes sociales. Destacó el rol de Borojó, quien es sindicado como el jefe de estructura de las Guerrillas Unidas del Pacífico, dedicadas al narcotráfico desde la región fronteriza con Ecuador.
"Con su neutralización seguimos afectando el accionar criminal de estos Grupos Armados", afirmó el presidente.
Perlaza Caicedo, alias Borojó, era sindicado por la Fiscalía colombiana, como productor y distribuidor de cocaína con destino a Ecuador y México, extorsionador, homicida, como también, inculpado por delitos de desplazamiento de personas y ataque a la fuerza pública.
Borojó fue ultimado mediante un certero disparo de un francotirador, apostado en la selva del departamento de Nariño, en la frontera Pacífico sur con Ecuador. Los efectivos de la Policía Judicial esperaron durante 10 días, los movimientos de las Guerrillas Unidas del Pacífico, lideradas por Borojó.
Según fuentes de la Policía Judicial, en declaraciones hechas a medios colombianos, Perlaza se reuniría en el sector de Bajo Jagua con una de sus novias, siendo detectado en la organización de su desplazamiento. "Su mayor debilidad: las mujeres, así pudimos empezar a determinar sus movimientos y puntos de encuentro predilectos".
“La mañana del sábado en que se desarrolló la operación se observó a 'Borojó' en compañía de un reducido número de sus lugartenientes y un tirador de alta precisión procedió a reducir el blanco”, señaló la fuente de la Policía Judicial.
Sin identidad
Anderson Perlaza, quien es conocido bajo ese nombre, pero que no aparece como tal en Registraduría del país, es sindicado por la inteligencia colombiana como miembro de la columna móvil Daniel Aldana de las FARC y como una de las 117 personas que depusieron armas tras los Acuerdos de Paz, entre el Gobierno y la guerrilla, que se entregaron a la justicia de Tumaco, en el departamento de Nariño, en 2017.
Sin embargo, el camino judicial no llegaría buen puerto, por lo que, alias Borojó se habría unido a la disidente columna Óliver Sinisterra de las disueltas FARC, para luego, junto con Víctor David Segura, alias David, conformar las Guerrillas Unidas del Pacífico, una vez que se dio la división interna de la red ex-FARC.
Pasó a liderar a 112 hombres que controlaban la producción y distribución de cocaína, que tenía como principal destino abastecer a sus socios de los carteles mexicanos, a través de lanchas rápidas hacia Centroamérica.
A su vez, mantenía un impuesto por seguridad, exigido por cada kilo de cocaína producido en la región de Tumaco que pretendía ser exportado a México y Estados Unidos, siendo esta práctica uno de sus mayores ingresos.
Perlaza, quien no superaba los 35 años, y por el cual se llegaron a ofrecer hasta 100 millones de pesos colombianos (26.000 dólares) como recompensa por información que ayudara a dar con su paradero, tenía desde 2017 órdenes internacionales de captura por parte de Interpol.
Era parte del grupo de los más buscados de Colombia, por el desplazamiento forzado de 30 familias residentes en las veredas Fátima y El Cedro del municipio de Roberto Payán, Nariño, debido a la disputa territorial que había en la zona, y de 250 familias habitantes del municipio de Olaya Herrera, también en el departamento de Nariño, indican medios colombianos.