El alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Türk, mostró desde Colombia su "total apoyo" a las actuales negociaciones con los grupos armados y aseguró que abogará en las conversaciones con la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) para que los derechos de las víctimas sean tomados en cuenta.
"Apoyamos completamente las actuales negociaciones; sabemos lo difícil que es, nunca es fácil hacer la paz y desafortunadamente es muy fácil hacer la guerra", dijo el alto comisionado de la ONU para los D.D.H.H. (Acnudh), en una rueda de prensa en Bogotá este miércoles al concluir su visita de dos días a Colombia, donde llegó desde Ecuador durante su primera misión oficial en Latinoamérica desde que ocupó este cargo.
De ese modo, el Acnudh quiere ser "una voz fuerte" de las comunidades más afectadas por el conflicto durante las negociaciones, pues para ellos "es muy importante asegurarnos que los derechos de las víctimas se tengan en cuenta en estas negociaciones".
El Gobierno de Gustavo Petro retomó a finales del año pasado las conversaciones con el ELN para lograr una solución política con la última gran guerrilla del país y que, tras un pequeño tropiezo a principios de año, continuará este febrero en México con el cese al fuego como uno de los puntos del debate.
"El Gobierno puede contar con la experiencia de mi oficina para acompañar las negociaciones y para asesorar en asuntos de derechos humanos, en particular de los derechos de las víctimas", apuntó el representante, que no se refirió al cese al fuego anunciado por Petro el 31 de diciembre y que ha suscitado dudas sobre su cumplimiento, pues siguen llegando numerosas noticias de violencia desde todo el país.
Apoyo a la paz por parte de la ONU para los D.D.H.H.
El alto comisionado mostró así su apoyo total a la voluntad del nuevo Gobierno de Petro por la "paz total", es decir, por llegar a soluciones con los grupos armados que actúan en el país y que han prolongado ciclos de violencia por décadas.
Y también por el compromiso del Gobierno con la implementación del acuerdo de paz de 2016 con las FARC. Sin embargo, pidió al Gobierno que en estas conversaciones "tenga en cuenta los derechos humanos desde el principio", con la participación de las comunidades más vulneradas y de las mujeres.
Esto en un momento en el que se han disparado las masacres (con 83 verificadas por esta oficina de la ONU) y los asesinatos de líderes sociales, con 212 homicidios el año pasado. Y donde el confinamiento forzoso impuesto por grupos armados a las comunidades también ha rozado máximos históricos.
"Desde la pandemia hemos visto como un aumento constante de la violencia en zonas rurales con una presencia débil o inexistente del Estado", constató el representante, lo que solo se puede revertir con el desmantelamiento de los grupos armados.
Pero se mostró optimista: "Cuando tenemos un gobierno que dice que quiere conseguir la paz total no podemos tener nada mejor que eso porque nuestro objetivo final es la paz".