Bogotá es una de las ciudades con más cifras de delincuencia, hurto, acoso y delitos sexuales. Al salir a la calle, uno de los temores más grandes de las mujeres es ser víctima de algún tipo de violencia. Pues esta se ha convertido en el pan de cada día de las mujeres en el país.
Según un informe de la Veeduría Distrital, ocho de cada diez mujeres han sido víctimas de acoso sexual en la ciudad de Bogotá, la cifra se vuelve alarmante para la comunidad, pues las mujeres ya no se sienten tranquilas, ni protegidas en su propio país.
Lea también: Ciudadana noruega que atacó a funcionaria de Migración, expulsada de Colombia
Recientemente, una mujer denunció que había sido víctima no solo de robo sino también de acoso sexual en el sector de Cedritos, al norte de la ciudad, cuando dos hombres que se movilizaban en una motocicleta la abordaron para robarla. Además de eso, los dos ladrones intentaron abusar sexualmente de la joven.
De acuerdo al relato de la mujer, los sujetos introdujeron las manos debajo de su blusa y le tocaron el pecho hasta llegar a la zona baja del estómago donde tenía el celular que fue rápidamente hurtado.
Aunque la comunidad reaccionó y ayudó a la víctima, la mujer señaló que las autoridades no prestaron la atención necesaria después de lo sucedido, haciendo un llamado de atención sobre lo que viven cientos de mujeres cada día con la inseguridad y el acoso.
Aumentan las cifras de hurto y acoso sexual en la ciudad
Según otro de los informes de la Veeduría, nueve de cada diez mujeres no denunciaron los casos de abusos sexuales que sufrieron por inoperancia de las autoridades o por no saber la manera correcta de hacerlo.
Por su parte, las autoridades de Usaquén relataron que llegaron tres minutos después para atender la situación de hurto y acoso, sin embargo, los responsables no fueron capturados y la víctima no interpuso ningún tipo de denuncia en contra de los ladrones.
Además: Laura Ardila anuncia censura de Planeta por no publicar libro sobre los Char
Fue gracias a los residentes del sector quienes actuaron de inmediato, tumbando la moto de los ladrones, sin embargo, los ladrones huyeron del lugar dejando el automóvil en el piso, que posteriormente a eso fue incinerado por la comunidad.
Este tipo de actos vandálicos siguen acechando a la comunidad y demostrando que aún hay mucho camino por recorrer para garantizar la seguridad y protección de las mujeres en las calles del país.