La canción “Adonay” es uno de los éxitos tradicionales de la música decembrina colombiana. Cada año la gente la baila y la canta en las fiestas. Detrás de su letra hay una historia de amor no correspondido y frustrado.
El tema fue compuesto por Julio Erazo, músico nacido en 1930, en Magangué, y muerto en 2022 en Barranquilla. Sin embargo, alcanzó la fama con la versión que de él hizo el cantante Rodolfo Aicardi.
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La protagonista de la canción Adonai Ardila Ureña murió en la mañana de este jueves, informó en su cuenta de Twitter Discos Fuentes. Según contó en 2021 la hija de Erazo, su padre y Adonai se conocieron en El Banco, Magdalena. Sin embargo, en una entrevista dada por el maestro Erazo al Ministerio de Cultura la ciudad del encuentro fue Manizales, Caldas.
Al parecer, se trató de un vínculo sentimental con un hombre de raza negra, soldado del Ejército Nacional, que los abuelos de Adonai no aceptaron.
En 2017, Nohemy Quijano, una de las seis hijas de la mujer oriunda de Ataco, reveló que Sevillano, ante una presunta humillación por parte del abuelo de su novia, viajó a Bogotá para iniciar estudios universitarios.
En aquel momento, el soldado le habría pedido a Adonai que lo esperara a que terminara su carrera, cuestión a la que ella accedió. Sin embargo, según relató Nohemy, “mi mamá vivía muy aburrida porque mis abuelitos eran muy cansones, entonces conoció a mi papá, él le propuso matrimonio y ella se casó bajo presión”.
Años más tarde, Sevillano regresó y se encontró con la triste realidad: “Él decide ir a su ciudad natal, no sin antes dejarle una carta donde plasma la letra de la canción ‘Adonay’ que, para sorpresa de ella, una década después, la escuchó en la radio”, explicó Fredy Quijano, uno de sus hijos.
Con el paso del tiempo, Adonai contrajo matrimonio con Leonardo Quijano en Playarrica y luego arribaron a Ibagué, ciudad en la que se instalaron en el barrio Santa Ana.
Con la muerte de Adonai se cierra una historia de amor que no fue en esta vida y cuyo lamento se convirtió con el paso de los años en uno de los himnos del folklore colombiano. No deja de ser curioso el hecho que ambos protagonistas murieran el mismo año, lo que el amor no unió, sí lo hicieron el arte y la muerte.