Desde una cárcel de máxima seguridad en Estados Unidos el exjefe de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), el grupo más sangriento del conflicto armado colombiano, Salvatore Mancuso pidió públicamente perdón a las víctimas de las acciones de la desmovilizada agrupación paramilitar.
“Quiero pedirles perdón a todos ustedes, perdón de todo corazón. Toda mi vida y mil veces perdón, todos los días”, expresó Mancuso en la videoconferencia ante más de 400 personas de la región norte de Colombia que padecieron el accionar del grupo alzado en armas y que se reunieron este viernes en el Coliseo 'Sugar Baby Rojas' de Barranquilla.
En el acto de reconocimiento de los delitos cometidos contra la población civil en varios departamentos de la región Caribe también estuvieron de manera presencial Édgar Ignacio Fierro Flórez, alias “Don Antonio”, comandante del frente Pedro Pablo Díaz de las AUC, y José Gregorio Mangones Lugo, alias “Carlos Tijeras”, quien comandó el frente William Rivas.
Con la solicitud de perdón a las víctimas Mancuso, Fierro Flórez y Mangones Lugo dieron cumplimiento a una sentencia de un despacho de Justicia y Paz, jurisdicción transicional que procesa a los desmovilizados grupos paramilitares colombianos que entregaron las armas en 2006, durante la presidencia de Álvaro Uribe.
El fallo del tribunal de Justicia y Paz determinó que los tres exjefes paramilitares pidieran perdón como medida de satisfacción en favor de las 1.750 víctimas reconocidas en la sentencia, agregando el compromiso de no repetición de los hechos.
EXIGIR VERDAD
Luego de la intervención de los exjefes paramilitares, varios representantes de las víctimas exigieron que, además de explicar las causas por las cuales fueron asesinados muchos civiles, deben revelar dónde están los cuerpos de personas asesinadas y desaparecidas, pero, sobre todo, decir toda la verdad de los vínculos con organismos estatales y empresas privadas.
Uno de esos casos fue el de la profesora Doris Torres, quien murió asesinada por los integrantes de las AUC que perpetraron la matanza de El Salado en el año 2000. Su hijo Pedro Muñoz Torres pidió a Mancuso que le dijera las razones que tuvieron para quitarle la vida a su madre.
“Queremos saber qué les hizo la profesora Doris Torres para que la asesinaran, ¿qué papel jugó mi mamá en esa guerra para que ustedes le arrebataran la vida de esa forma?”, anotó Muñoz al recordar que en ese momento cuatro de sus hermanos menores quedaron huérfanos.
“Deben decir dónde están los cuerpos todas esas personas desaparecidas porque aún tenemos a muchos buscando a sus seres queridos y no tienen razón de ellos”, afirmó Misael Delgado Rada, quien exigió a Mancuso saber el paradero de su familiar.
Respecto a las preguntas específicas que hicieron los familiares de las víctimas sobre las razones que llevaron a las AUC a cometer los asesinatos, Mancuso afirmó que asumía la responsabilidad de lo que hicieron bajo su mando, pero “no podía dar respuesta específica y detallada de cada uno de los crímenes” porque no lo sabía.
El evento fue organizado por la Dirección Territorial Atlántico, de la Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas, cuyo titular Alfredo Palencia Molina, expresó que se trata de un compromiso institucional con las víctimas del conflicto armado en Colombia.
Palencia resaltó el trabajo coordinado entre entes territoriales y las instituciones, como Fiscalía, Policía Nacional, Defensoría del Pueblo, Procuraduría y demás organismos de control para facilitar el cumplimiento a las víctimas.