Gustavo Petro, el presidente de Colombia, se encuentra en una etapa crítica de su mandato, donde la narrativa sobre su gestión se ve marcada por una serie de tensiones internas y externas. En una entrevista reciente con el periódico El País, Petro no dudó en abordar varios de los temas más polémicos de su gobierno, revelando su visión sobre la política, la economía y la realidad social del país, mientras se defendía de las críticas y los cuestionamientos sobre su liderazgo.
1. El desgaste del poder: La soledad del presidente
El presidente colombiano comenzó la entrevista compartiendo una visión personal y hasta algo sombría sobre lo que ha significado para él ocupar la Casa de Nariño, su residencia oficial. "Esto es de una infelicidad absoluta", expresó Petro, revelando que el aislamiento y las dificultades emocionales han sido parte integral de su experiencia como jefe de Estado.
La política, explicó, tiene el poder de desgastar profundamente a una persona, especialmente cuando se es constantemente atacado desde diversos frentes.
En cuanto a su gestión, Petro reconoció que uno de sus mayores errores fue confiar demasiado en las personas que lo rodean, aunque reafirmó su compromiso con la revolución que prometió durante su campaña presidencial. Sin embargo, su visión de cambio social y político parece estar siendo desbordada por las dificultades para consolidar reformas y la presión de los sectores más conservadores.
2. Los escándalos familiares y el conflicto de intereses
Uno de los puntos más delicados de la entrevista fue la situación legal de su hijo, encausado por presuntos delitos de lavado de activos. Petro no esquivó el tema, aunque su defensa de su hijo estuvo marcada por una fuerte indignación. "Es fruto de un problema familiar profundo", dijo, y acusó a la oposición de usar la situación como un arma política para desgastar su figura. La situación parece ser un punto de quiebre en su vida personal y profesional, pues, como líder, se encuentra atrapado entre la lealtad familiar y las presiones del poder.
Además, Petro denunció lo que considera una campaña mediática en su contra, vinculada con figuras como Vicky Dávila, exdirectora de Semana y hoy precandidata presidencial. Según el presidente, su gobierno está siendo objeto de una especie de "lawfare" (guerra judicial) por parte de sus opositores, lo que refleja la polarización extrema que caracteriza la política colombiana en estos tiempos.
3. La tensión con su gabinete y el "Consejo de Ministros televisado"
Otro tema candente que tocó Petro durante la entrevista fue el famoso Consejo de Ministros retransmitido en vivo, que resultó en una tensa confrontación entre él y varios de sus ministros. Petro no se mostró arrepentido de esa decisión, argumentando que el pueblo colombiano tiene derecho a conocer la dinámica interna de su gobierno.
Sin embargo, el episodio desató críticas por lo que algunos vieron como un espectáculo innecesario y caótico. El presidente defendió su postura, subrayando que la retransmisión tenía el objetivo de evidenciar las tensiones y mostrar la lucha de poder dentro de su gabinete.
De manera más amplia, Petro no ocultó su frustración con la falta de cohesión en su equipo de gobierno. El presidente expresó que algunos de sus ministros están más interesados en la política electoral de 2026 que en cumplir con las reformas que él desea implementar. Este ambiente de desconfianza y falta de unidad refleja las dificultades internas de su administración.
4. Desafíos económicos y la relación con la oposición
En lo político, Petro reiteró su crítica al sistema económico actual, al que ve como un modelo capitalista que está agotado.
En este contexto, el presidente reveló su idea de que las reformas estructurales deben ser impulsadas por un "frente amplio", ya que ninguna fuerza política tiene suficiente poder para garantizar una transformación radical por sí sola. En relación con la oposición, Petro se mostró consciente de los obstáculos que enfrenta para sacar adelante su agenda legislativa, especialmente tras sentirse "engañado" por figuras como Claudia López, exalcaldesa de Bogotá, quien, según él, ha traicionado sus acuerdos en múltiples ocasiones.
A nivel internacional, la entrevista también tocó aspectos como las tensiones con Estados Unidos, especialmente en torno al trato de los migrantes colombianos deportados.
Petro reafirmó su postura sobre la dignidad de los migrantes, asegurando que no permitirá que colombianos regresen a su país en condiciones indignas. Esta defensa de la soberanía y la dignidad de los colombianos fue una de las constantes en sus respuestas, reflejando su actitud desafiante hacia las grandes potencias.
5. La paz total y la lucha contra el narcotráfico
Uno de los puntos más discutidos fue la llamada "paz total", una de las banderas de Petro desde su campaña. Aunque el presidente afirmó que los avances en este frente son positivos, también reconoció las dificultades para hacer realidad este proceso, especialmente en zonas como el Catatumbo, donde la violencia y el narcotráfico siguen siendo desafíos enormes. Según Petro, el ELN se ha convertido en una organización que se financia principalmente a través de la cocaína, lo que complica las posibilidades de un acuerdo político real con este grupo.
En cuanto a las relaciones con Venezuela, Petro se mostró neutral, defendiendo el derecho de los venezolanos a resolver su situación interna sin injerencias externas. No obstante, reiteró su postura en favor de la paz y la democracia en la región, algo que parece estar en conflicto con la postura belicista de ciertos sectores, especialmente en relación con la intervención estadounidense en Venezuela.
