En el marco de la COP 16, el político Fabio Valencia Cossio presentó un comunicado enfocado en el vínculo entre paz, medio ambiente y la problemática de los cultivos ilícitos y la deforestación en Colombia.
Desde una perspectiva de paz integral, Valencia Cossio destacó la necesidad de priorizar a las comunidades afectadas, proporcionando oportunidades para sustituir actividades ilícitas mediante proyectos productivos y asociaciones locales que fomenten la sostenibilidad y la economía lícita.
Uno de los principales puntos de su intervención fue el impacto negativo de la guerra sobre el medio ambiente, con prácticas como la tala ilegal, la minería no regulada y la expansión agrícola en zonas prohibidas, las cuales agravan la deforestación y empobrecen a las comunidades.
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Cifras recientes de la ONU e IDEAM indican que los cultivos ilícitos en Colombia alcanzaron las 253,000 hectáreas en 2023, lo que posiciona al país en un preocupante primer lugar a nivel mundial. A su vez, el informe del IDEAM muestra que, aunque ha habido una reducción en la deforestación en el último año, el impacto acumulado es devastador, alcanzando un punto crítico que requerirá décadas de recuperación.
Como parte de la respuesta a esta problemática, Valencia Cossio resaltó proyectos específicos en zonas como la Serranía de San Lucas y el Nudo de Paramillo. En colaboración con entidades locales y organizaciones internacionales, se han impulsado iniciativas de transformación territorial en municipios de Antioquia, donde se buscan alternativas sostenibles para más de 210 familias que dependen de economías ilícitas.
Con una estrategia de cero deforestación, la plantación de 195,000 árboles y el desarrollo de 21 “negocios verdes", estas acciones apuntan a promover la transición de actividades ilícitas hacia economías lícitas.
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La financiación de estos proyectos cuenta con el respaldo de entidades nacionales y de organismos internacionales, incluyendo la Oficina de Drogas y Delito de las Naciones Unidas. Con esta alianza, se espera generar un impacto ambiental, social y económico significativo en las regiones afectadas, promoviendo una paz duradera que garantice los derechos humanos y la calidad de vida de los habitantes de estas zonas.
Valencia Cossio cerró su comunicado expresando que una paz real y sostenible solo puede lograrse si se respetan los derechos fundamentales de las comunidades y se protege el medio ambiente, un recurso esencial para el desarrollo de la nación.