El escenario político colombiano se ve sacudido una vez más con el comienzo de los Diálogos Regionales de Paz en Samaniego, Nariño. Este evento, que busca encontrar soluciones pacíficas en una región marcada por décadas de conflicto armado, ha sido el centro de atención debido a las tensiones entre el Gobierno de Gustavo Petro y el Ejército de Liberación Nacional (ELN).
Desde Bogotá, el equipo negociador del gobierno, ha rechazado enfáticamente las críticas del ELN hacia estos diálogos y ha exigido un respeto absoluto hacia el presidente de la República, Gustavo Petro, y el Comisionado de Paz, así como hacia todos los miembros del equipo que participan en la Mesa de Diálogos.
Las declaraciones del comandante del ELN, conocido como ‘Antonio García’, han desatado controversia al calificar el inicio de estos diálogos como un mero "show mediático". Esta postura ha sido respondida por el Gobierno con firmeza, subrayando la seriedad y el compromiso que representan estos encuentros para la construcción de la paz en Colombia.
Los Diálogos Regionales de Paz cobran una importancia especial en Nariño, una de las zonas más afectadas por la violencia y la presencia de grupos armados. El Comisionado de Paz, Otty Patiño, ha destacado la necesidad de llevar la paz a los territorios, donde las comunidades claman por una solución definitiva al conflicto.
Sin embargo, el ELN ha expresado su desacuerdo con estos diálogos y ha anunciado un congelamiento en la mesa de negociación. Esta decisión ha generado preocupación y ha puesto en evidencia las dificultades que persisten en el camino hacia la reconciliación nacional.
Ante esta situación, el Gobierno ha reiterado su compromiso con la paz, pero también ha dejado claro que las decisiones del ELN son responsabilidad exclusiva de dicho grupo y pueden generar crisis innecesarias. En este contexto, la prudencia y el respeto mutuo se convierten en elementos fundamentales para avanzar hacia una paz duradera y significativa para todos los colombianos.
Es importante recordar que desde el gobierno reconocen que el proceso de paz en Colombia es un camino lleno de desafíos y obstáculos. Los Diálogos Regionales de Paz en Samaniego son un paso importante en este camino, y es fundamental que todas las partes involucradas se comprometan con sinceridad y buena voluntad para lograr un acuerdo que ponga fin al sufrimiento de tantas comunidades en todo el país.
