Tras conocerse el resultado de las elecciones presidenciales de 2022, que tuvo como ganador a Gustavo Petro, el Ejército de Liberación Nacional (ELN) se pronunció este lunes asegurando estar dispuesto a reiniciar los diálogos de paz.
"El ELN mantiene activo su sistema de lucha y resistencia política y militar, pero también su plena disposición para avanzar en un Proceso de Paz que dé continuidad a la Mesa de Conversaciones iniciada en Quito en febrero de 2017", aseguró la guerrilla en un comunicado de su Comando Central (COCE).
En el texto, el ELN expresa que el presidente electo debe priorizar temas como la inclusión política y económica, una economía soberana sin depredación, y una nueva doctrina de seguridad y derechos humanos; con el objetivo de lograr una “Colombia en paz”.
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Asimismo, indican que las causas que impiden superar el Conflicto Armado y la violencia política “son una doctrina de seguridad nacional que define a los opositores como Enemigo Interno, que prioriza el uso de la fuerza y desecha el diálogo para encarar los problemas; la segunda causa reside en el añejo régimen clientelar violento, mutado hoy en un sistema corrupto y mafioso”.
De acuerdo a lo presentado en su plan de Gobierno, Gustavo Petro retomaría las negociaciones con los grupos armados. Desde implementar todos los puntos del Acuerdo de Paz en 2016 con las Farc, hasta volver a sentar una mesa de diálogo con el ELN.
En esta misma línea, el presidente electo se comprometió a colaborar con la JEP para que haya una “justicia transicional” y fortalecerá a la Unidad de Búsqueda de Población Desaparecida, para encontrar a los colombianos desaparecidos a causa del conflicto.
Negociaciones con el ELN: intentos fallidos
En un principio, las negociaciones con el ELN comenzaron el 30 de marzo de 2016 cuando en ese entonces, el presidente de la República, Juan Manuel Santos y este grupo armado se comprometieron en adelantar una agenda compuesta con temas que incumben la participación de la sociedad en la construcción de paz, democracia para la paz; transformaciones para la paz, víctimas, fin del conflicto e implementación.
Esta mesa de diálogo terminó oficialmente el 1 de agosto del 2018, obteniendo como resultados soluciones intermedias que trataban de liberar algunos secuestrados e iniciar conversaciones formales con el objetivo de establecer un pacto sobre asuntos humanitarios.
Por otra parte, se pactó y se dio cumplimiento al primer cese bilateral en la historia con el ELN. Esto, tras la construcción de consensos y la creación de un nuevo protocolo que marcará la hoja de ruta en caso de un nuevo cese.
Sin embargo, en la posesión presidencial de Iván Duque, el mandatario anunció un plazo para evaluar el proceso de paz con el ELN y establecer acciones. Durante la espera de su decisión se presentaron dos secuestros por parte de la guerrilla implicada en las conversaciones, lo que postergó de manera indefinida una nueva mesa de diálogo.
El 19 de septiembre de 2018 el Gobierno retiró de sus funciones al equipo negociador y se reactivaron circulares rojas de Interpol contra el máximo comandante del ELN.
Posteriormente, más exactamente el 17 de enero de 2019, se presentó una explosión en la Escuela de Cadetes de Policía General Santander, quitando la vida de 23 personas y dejando a más de 100 personas heridas, entre cadetes y oficiales de policía.
El día después, la Fiscalía le otorgó la autoría a la guerrilla y el 21 de enero el ELN sacó un comunicado donde aseguraban ser los autores lícitos “dentro de un derecho de la guerra”.
Iván Duque cesó las conversaciones con el ELN tras este ataque y desde allí, no se han restablecido las negociaciones con este grupo armado.