La Alcaldía de Bogotá lanzó este jueves 11 de febrero la campaña Detalles que salvan. Durante ese lanzamiento, la alcaldesa Claudia López tuvo un encontronazo con una vendedora ambulante en el centro de la ciudad.
La mandataria realizó un Facebook Live para explicar la campaña, la cual establece algunos cambios en los protocolos de seguridad contra el covid-19 que priorizan el uso del tapabocas, la ventilación de espacios y evitar reuniones con no convivientes.
Para explicar estas tres recomendaciones, la alcaldesa López hizo un recorrido por el Palacio Liévano y posteriormente salió a recorrer el centro de la ciudad para continuar con la presentación de las más efectivas medidas de protección contra la covid-19.
La mandataria salió del Palacio, cruzó la Plaza de Bolívar y subió por la carrera 11 entre calles séptima y sexta junto a la Catedral Primada de Bogotá y el Museo Casa del Florero, una zona tradicional de la capital conocida también por el restaurante la Puerta Falsa.
Mientras pasaba la plaza principal hacia la carrera Séptima se encontró con una vendedora ambulante de maíz para alimentar las palomas, quien se acercó con su nieta y saludó a la alcaldesa, para luego tomarse una fotografía juntas.
En los andenes estaban ubicados los tradicionales artesanos y vendedores ambulantes que se instalan en ese lugar para ofrecer sus productos a propios y extranjeros que suelen circular por el lugar.
En ese recorrido, la mandataria se cruzó con varias personas que la saludaron, buscaron tomarse fotos con ella, y otros que le expresaron solicitudes y reparos respecto a la situación que viven en sus barrios y hogares.
Una de ellas fue una vendedora ambulante de la calle 11 que la interrumpió, airadamente, y le gritó por ayudas para los vendedores ambulantes y le exigió que los dejara trabajar. La alcaldesa contestó: “Ahí están trabajando, siga trabajando tranquila” agregó: "trabaje juiciosa sumercé, trabaje juiciosa".
La alcaldesa López repitió la misma frase en varias ocasiones mientras la mujer continuaba gritando, hasta separarse varios pasos para continuar con su exposición de los nuevos protocolos de bioseguridad en la ciudad.
Posteriormente, la alcaldesa ingresó al restaurante La Puerta de la Catedral para explicar cómo se llevarán los protocolos de seguridad en establecimientos similares. La recomendación de la alcaldesa fue dejar de tomar la temperatura, llenar planillas y ubicar tapetes desinfectantes.
En ese lugar se hizo una demostración, con humo, de la falta de circulación del aire cuando no se tienen ventanas y puertas abiertas en establecimientos cerrados, un contexto que aumenta el riesgo de contraer coronavirus.
Tras ese evento, la mandataria se devolvió hacia el Palacio Liévano y, nuevamente, sobre la calle 11 varios vendedores informales la abuchearon y le gritaron peticiones. López se mantuvo distante y les expreso, "sigan trabajando tranquilos".
La molestia con los vendedores ambulantes se profundizó el pasado 30 de enero, cuando en un recorrido similar, la mandataria sostuvo una conversación con un vendedor informal de comida rápida en la carrera Séptima, a quien después la policía amonestó con quitarle su carro y este decidió tirarlo al piso.
Esto porque de acuerdo a los estudios de la Alcaldía, estas medidas no tienen una buena efectividad en la prevención del contagio. En contraste recomendó que se exija el uso correcto del tapabocas, que cubra nariz, boca y mentón; así como permitir la mayor ventilación de los espacios cerrados con ventanas y puertas abiertas.
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La tercera recomendación que implementó la alcaldía es evitar las reuniones con personas fuera del hogar en espacios cerrados, la mandataria exhortó a los ciudadanos a reunirse, solo s es necesario, en lugares abiertos y al aire libre.