En las últimas horas se confirmó la primera baja del gabinete de la alcaldesa Claudia López, Adriana Córdoba, secretaria de Planeación de Bogotá, presento su carta de renuncia. La funcionaria llevaba un año al frente de la entidad y su mayor reto era el nuevo Plan de Ordenamiento Territorial.
Según se conoció, los motivos que habrían motivado a Córdoba a apartarse de su cargo sería personales, de hecho, Claudia López le envió un mensaje de agradecimiento y reforzó dicha versión.
"A Adriana Córdoba toda mi gratitud y cariño. Este año tan desafiante nos quitó a todos un poco la vida. Su familia la necesita y en esa prioridad también cuenta conmigo. Nos deja un legado, avance y equipo increíble con quien continuaremos las metas. La principal: sacar el POT", expresó la mandataria de Bogotá en su cuenta de Twitter.
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La sorpresiva decisión de Córdoba genera inquietud, puesto que, aunque este año logró la formulación del Plan de Desarrollo y su aprobación por parte del Concejo de Bogotá, para 2021 tenía la tarea de sacar adelante el Plan de Ordenamiento Territorial (POT).
Frente a dicho tema se ha iniciado un complejo debate, pues la administración de Enrique Peñalosa presentó el POT, pero no fue aprobado por el Concejo, lo que dio paso a una nueva formulación en poco tiempo y con decisiones judiciales que le respiran muy de cerca a la Administración Distrital.
Versiones preliminares indican que, el reemplazo de Adriana Córdoba tendría dos candidatos; el actual secretario privado de la alcaldesa López, Felipe Jiménez y la directora de la Empresa Renovación Urbana (ERU), María Mercedes Jaramillo.
La meta del nuevo POT para Bogotá es entregar una propuesta al Concejo en marzo de 2021, por eso, el equipo de Planeación Distrital se había centrado en entregar un documento construido colectivamente con todos los sectores sociales y los gremios, tal vez el esfuerzo más significativo que hizo la entidad durante el 2020.
Córdoba avanzó en la fase diagnóstica y de formulación del nuevo POT, determinó las cinco líneas estratégicas que integran a la ciudad con la región, por lo cual, el nuevo ordenamiento del territorio sería la hoja de ruta para hacer de Bogotá una ciudad de 15-30 minutos que ofrezca, en un radio de 19 kilómetros cuadrados, acceso a educación, equipamientos de tejido productivo, espacio público y calidad del aire.
