En medio de un aumento de la percepción de inseguridad y posibles amenazas a la seguridad de Bogotá, la Policía Nacional anunció que se aumentará el pie de fuerza en la capital en más de 1.500 hombres en los próximos meses.
El director de la Policía Nacional, general Jorge Luis Vargas Valencia anunció que el plan de la institución para los años 2021 y 2022 es incrementar el número de Policías en las calles a nivel nacional, en la cual Bogotá será una prioridad.
“Este año se gradúan 5.000 nuevos policías entre oficiales y patrulleros. Este año irán, de esos 5.000, 1.500 para la ciudad de Bogotá, es la primera vez que van 1.500 policías en los últimos 5 años, es una decisión enorme en capacidades para la seguridad en Bogotá”, sostuvo el general castrense.
El general Vargas agregó que “el año pasado la Policía Nacional destinó 955 policías nuevos para la ciudad, quiere decir que en estos dos últimos años estamos hablando de (cerca de) 2.500 policías nuevos para la ciudad de Bogotá”.
El ministro de Defensa Diego Molano aseguró que la meta es tener 33.000 policías más entre 2021 y 2022 que fortalezcan la seguridad en las calles de todas las ciudades del país. Para lograr ese objetivo se priorizará la incorporación, se cambiarán las funciones administrativas para que puedan hacer presencia en la calle y se fortalecerá la vinculación de auxiliares bachilleres.
En ese sentido, la Policía adelanta una revisión de funciones de los uniformados en la institución, con el fin de sacar de las oficinas a un gran número de funcionarios y enviarlos a cumplir funciones operativas directamente en los cuadrantes.
“Estamos en una revisión, un diagnóstico de las tareas, de lo que hacemos, de qué tiene que hacer cada policía en Colombia. Nos hemos encontrado que hay 7.000 policías que cumplen labores importantes, pero todos cumplen labores trascendentales, pero que están en labores de apoyo y este estudio lo que determina es que esas labores de apoyo pueden ser suplidas por no uniformados. Hemos hecho la contabilidad de 7.000 que pasarían a labores de vigilancia y control de seguridad ciudadana y este año la Policía Nacional va a sacar 1.000 de ellos a que trabajen en labores misionales de seguridad y convivencia”, indicó el general Vargas.
Los 6.000 restantes serán un acuerdo con las autoridades distritales, locales y departamentales, para que ayuden en la contratación de personal especializado en seguridad, que no sea policía, con el fin de que reemplacen a los uniformados que cambiarán de funciones.
El director de la Policía también aseguró que otra de las estrategias para vincular más uniformados a la institución y cumplir con la promesa para Bogotá, será aumentar el número de auxiliares. Según el general Vargas, hay 9.000 de estos bachilleres actualmente en la Policía, pero se tiene la capacidad de planta para 24.800. La misión es en los próximos meses lograr la incorporación de 15.000 más, que son quienes prestan labores de control y convivencia en Transmilenio, el transporte masivo, los puentes, parques y colegios.
Tanto el general Vargas como el ministro de Defensa Molano invitaron a los jóvenes a ingresar a la institución y portar el uniforme de quienes tienen la misión constitucional de proteger la vida y la seguridad de los colombianos. En ese sentido, otra de las estrategias es generar becas para quienes deseen ingresar a la Policía Nacional.
El plan es que los alcaldes y las gobernaciones creen un plan de becas para los jóvenes que deseen ser policías y se fomente el acceso a la carrera castrense. El director general de la Policía Nacional indicó que los uniformados que se gradúen por medio de ese programa, estarán inamovibles en la ciudad que garantizó su formación, como una forma de contraprestación al beneficio.
“Bogotá es una ciudad que tiene un número de policías muy bajo. Es de las ciudades que tiene menos policía en todo el país, por habitante y en número, entonces nos toca reforzar todo el desarrollo tecnológico”, señaló el secretario de Seguridad de Bogotá, Hugo Acero, durante el balance de la cartera a finales de enero.
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Este lunes 8 de febrero se conoció además un alerta de la Embajada de Cuba sobre un posible atentado terrorista en la ciudad por parte de la guerrilla del ELN, una situación que ha encendido las alarmas sobre la estrategia de seguridad en la capital.
