Una historia que ha causado gran indignación en la comunidad es la de Cosmo, un perro de tan solo cuatro años que se extravió durante las festividades del 31 de diciembre debido al estruendo de los fuegos artificiales. El 1 de enero de 2025, fue encontrado atropellado cerca del Parque Nacional.
Tras recibir una alerta, el Instituto Distrital de Protección y Bienestar Animal (IDPYBA) acudió al llamado de los ciudadanos y evaluó al animal, diagnosticando múltiples lesiones, parálisis parcial y una posible complicación neurológica. A pesar de los esfuerzos por estabilizarlo, el 2 de enero se tomó la decisión de practicarle la eutanasia, lo que ha generado controversia en torno a la falta de comunicación con los dueños y el cumplimiento de los protocolos establecidos.
Ante esto, la familia de Cosmo denunció una grave falta de transparencia por parte del IDPYBA, ya que intentaron contactarlos sin éxito antes de la eutanasia.
El sufrimiento continuó para la familia del perrito, que no tenía claro cómo recuperar el cuerpo de su mascota ni recibía información precisa al respecto. "No se entiende por qué todo tiene que ser tan difícil con @AnimalesBOG. Dijeron que van a entregar el cuerpo de Cosmo, pero no dónde lo tienen que recoger. Cuesta 1 minuto comunicarse y decir la dirección. A menos de que lo que quieran es que no lo recojan", denunciaron el 4 de enero. Finalmente, sobre las 9 de la noche, una funeraria recogió los restos de Cosmo.
De hecho, el dueño del canino, Javier Barreto, se pronunció en entrevista con Caracol Noticias sobre la eutanasia aplicada a su perro. Aunque el Instituto Distrital de Protección y Bienestar Animal (IDPYBA) afirmó haber seguido rigurosamente los protocolos establecidos, el joven manifestó su desacuerdo con la decisión.
"Él se murió en una cama donde no tenía a sus personas conocidas (...), eso fue muy arbitrario. Ellos debieron haber esperado. No digo que el procedimiento haya estado mal, si estaba muy mal, tocaba, pero esa decisión me tocaba a mí, después de una segunda opinión, de un segundo reconocimiento para saber si se podía hacer algo por el animal o no", señaló afectado.
En medio de la controversia, el Distrito informó que el 2 de enero recibió una llamada al 123 alertando sobre un perro herido encontrado en el Parque Nacional. Según el reporte, el can presentaba un aparente atropellamiento, estaba postrado y mostraba dificultades para moverse, además de un compromiso neurológico en su tren posterior.
“El canino, identificado como CAÑÓN (COSMO), fue atendido oportunamente por el programa de Urgencias Veterinarias del IDPYBA, estabilizándolo en el lugar y verificando la presencia de un microchip. Al no encontrarse información sobre un cuidador, y debido a su grave condición, fue trasladado a una clínica operadora. Los exámenes revelaron un trauma medular con compromiso neurológico, parálisis del tren posterior, pérdida de control de esfínteres, desplazamiento vertebral y Distemper canino. A pesar de los esfuerzos del equipo médico, se decidió realizar la eutanasia humanitaria para evitar su sufrimiento innecesario”, informaron.
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La entidad aclaró que los protocolos fueron seguidos según la normativa vigente y el protocolo de eutanasia del Instituto, asegurando un procedimiento respetuoso. Además, una vez contactaron al dueño de Cosmo, se le informó sobre el procedimiento para la entrega del cuerpo.
Por su parte, la directora del IDPYBA, Mariana Martín, explicó en Noticias Caracol que decidieron practicar la eutanasia a Cosmo porque no se tenía conocimiento de que tuviera dueño y, al ser reportado como un animal de calle, fue atendido bajo el programa de urgencias veterinarias.
Destacó que el microchip de Cosmo pertenecía a un programa distrital de captura, esterilización y liberación, y que su grave estado tras el atropellamiento justificó la decisión de darle "el buen morir" a través de la eutanasia humanitaria. Este procedimiento se realizó en un plazo de cuatro horas, durante el cual se le hicieron exámenes y radiografías.
La familia de Cosmo señaló que les informaron que el perro dio positivo para moquillo, algo que el propietario negó, asegurando que las vacunas estaban al día. Por su parte, Mariana Martín explicó que la eutanasia fue realizada alrededor de las 8 p.m., y solo una hora después, a las 9 p.m., se les informó que Cosmo sí tenía dueño. A pesar de la lamentable situación, Martín defendió la decisión, señalando que se basaron en la información disponible en ese momento para evitar sufrimiento innecesario al animal.
Galán se pronuncian tras polémica por eutanasia de Cosmo:
El alcalde, Carlos Fernando Galán, se solidarizó con su familia. A través de X, indicó: "Lamento mucho lo sucedido con Cosmo y me solidarizo con el dolor de su familia".
Además, aseguró que se revisaría con cuidado el procedimiento del IDPYBA tras el hallazgo del perro el 2 de enero, subrayando que: "el instituto debe garantizar siempre la transparencia de sus actuaciones y estar dispuesto a atender las inquietudes ciudadanas y a explicar las decisiones que toma".
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Andrea Padilla, senadora de la República y defensora de los derechos de los animales, también se pronunció en Caracol sobre si se cumplió o no con un estricto régimen de protocolos en el caso de Cosmo.
"Puede que haya existido un buen criterio veterinario que haya motivado la decisión de la eutanasia humanitaria, pero lo que falta es la publicación de la información. La gente no tiene detalles sobre lo que ocurrió con el animal", inició mencionando.
Padilla concluyó: "Es fundamental que el instituto publique en tiempo real los procedimientos realizados. No pongo en duda la decisión veterinaria, pero sí cuestiono el proceso seguido". Además, anunció que presentarán una denuncia sobre los microchips, los cuales, además de ser costosos, no están funcionando adecuadamente.
