En temporada de vacaciones, muchos padres ven en las piscinas como un medio de entretenimiento para sus hijos ya que además de producir diversión, es un habito de vida bastante saludable debido a que con ella se logran entrenar varias partes del cuerpo.
Sin embargo, cualquier descuido por parte de los adultos responsables puede convertirse en todo un dolor de cabeza, ya que se pueden producir lesiones y el los casos más graves ahogamiento con desenlaces fatales.
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“La muerte por ahogamiento es un peligro silencioso. Está demostrado que un menor de cinco años no produce ruido al caer a un cuerpo de agua. La supervisión visual permanente es la clave para evitar cualquier tipo de accidente, pero siempre hay más por hacer”, afirma Hortensia Espítatela, directora de la Fundación Mariana Novoa, la cual busca prevenir accidentes infantiles en entornos particulares.
Estas son algunas recomendaciones a tener en cuenta:
- Nunca quite su vista de los niños cuando estén en o cerca al estanque de la piscina o estructura similar.
- Si está en grupo, designe a un “guardián del agua”, turnándose con otros adultos.
- Cuando esté supervisando, manténganse alerta y evite distracciones como la lectura, la charla o el teléfono.
- Enseñe a los niños cómo avanzar en el agua, cómo flotar y cómo salir de la piscina. Dígales que se alejen de los drenajes de estanques de piscinas y jacuzzis.
- No se confíe de los flotadores, las “alitas inflables” o cualquier otro juguete inflable, no son dispositivos de seguridad suficientes.
- Que su hijo siempre use gorro de baño, en especial si el largo de su cabello es considerable, no permita que naden con collares, vestidos holgados, ni ningún objeto que pueda facilitar el enredamiento mecánico en el drenaje o en cualquier accesorio del estanque.
- Aprenda a dar Reanimación Cardiopulmonar (RCP) a niños pequeños y grandes.