No hay nada que se coma con más ganas que uno de esos antojos que sólo se encuentran en las esquinas de las calles. Cada país tiene sus clásicos callejeros, algunos más conocidos que otros, pero al fin y al cabo manjares perfectos para matar el hambre con poco dinero. A continuación, algunos de los mejores platos callejeros del mundo.
Kebab de pescado.
El Medio Oriente tiene un clásico: el Döner Kebab. Se prepara en un asador vertical que permite cortar láminas finas de cordero, pollo o ternera puestas dentro de un pan pita y acompañadas de vegetales, salsas y especies. El Balik Ekmek es lo mismo que el Döner Kebab, pero versión pescado; un filete envuelto en crujiente pan pita con lechuga troceada, tomate fresco, cebolla cruda y un chorro de limón recién exprimido que se puede acompañar con jugo de pepinillo frío.
El Balik Ekmek es un Doner Kebab pero de pescado.
El origen de este clásico de la cocina turca viene de la crisis los pescadores de Estambul, quienes por falta de ventas decidieron vender y cocinar directamente sus capturas a los hambrientos cargadores. En sus barcos montaron planchas y armaron el negocio junto al puente de Galata, lugar que sigue siendo el mejor sito para comer Balik Ekmek por 2,15 euros.
Donas marroquíes
Marrakech huele a mugre. Vendedores ambulantes y turistas se aglutinan en calles llenas de especies, tapetes y todo tipo de mercancías. Ríos de personas envueltas en telas, construyen este panorama que ofrece estofados de garbanzo, brochetas de res y cordero, macarrones rellenos, salchichas y guisados de caracol.
El sfenj es lo más parecido a una dona dulce pero sin relleno.
En medio de esta avalancha de olores sobresale un plato amable: el sfenj. Para quienes no saben, el antecedente de las donas está en Morruecos. Una esponjosa rosquilla de masa, dulce y facturación sencilla -parecida a los churros-, que generalmente es preparada por los hombres. El sfenj es un clásico marroquí que se puede pedir a cualquier y hora en cualquier parte, siempre y cuando esté recién frito. Por un dírham (O.21 euros) se pueden comprar estas donas que se acompañan perfecto con té de menta o café con leche.
Mexicanísimo
México es popular por los tacos y las quesadillas, sin embargo, sus calles tienen una amplia oferta gastronómica. En los mercados de ciudad de México hay tacos con infinidad de rellenos, bistec, pollo, carnitas, lengua, mero o el clásico pastor, acompañados siempre de salsa roja o verde, col picada, cebollas, queso y cilantro. En el mercado de pescado se pueden comer tortillas de maíz amarillo o azul con mero batido frito, cebollas encurtidas, aguacate y jalapeños.
Los puestos callejeros abundan en las esquinas de la capital mexicana. Muchos venden mazorcas parrilladas con chile, mayonesa y queso, o esquites -maíz hervido y servido en vaso con los mismos ingredientes y limón-. Las flautas, tlacoyos, chilaquiles y gorditas -variaciones a base de tortilla de maíz- se acompañan con aguas de sabores que pueden ser de jamaica, tamarindo, chamoy o tepache frío (chicha de piña).
México es tal vez, la plaza de la comida callejera más grande del mundo.
Nueva York, meca de la comida chatarra
A Nueva York llega gente de todo el mundo, por esto que se le atribuye el título de la meca de la cocina callejera. Desde el falabel árabe hasta las empanadas latinoamericanas se consumen en esta ciudad multicultural. Los carritos de comida, un clásico de ‘La Gran Manzana’ ofrecen perros calientes, pizza, helados, papas fritas, crispetas, pretzels y muchos otros.
Dentro de este abanico de posibilidades, el imperdible es el sándwich de roastbeef; lonjas finas de carne curada en sal, braseadas en el horno de 4 y 6 horas, servidas entre pan de centeno con pepinillos y mostaza.
El sándwich de roastbeef originalmente viene con pan de centeno, pepinillo, mostaza y carne curada.
El sándwich recibe su nombre de John Montagu, Conde de Sandwich. Un jugador empedernido que pasaba horas delante de la mesa de juego y un día, por no abandonar su puesto, cortó unas rodajas de “roast beef”, las puso entre rebanadas de pan y comió sin interrumpir su juego.
Salchichas alemanas
Los puestos de comida callejera alemanes se llaman Imbiss , venden Donar Kebab, schawarma, gyros, falafel y, cómo no, las famosas salchichas; embutidos de pavo, res o cerdo acompañados de sauerkraut –repollo fermentado en sal-. El acompañamiento perfecto para cualquiera de estos platos es un vaso de cerveza helada rubia, negra, blanca o de cualquier tipo.
Como buen fabricante de salchichas, Berlín se inventó el Currywurst, una salchicha asada cortada en rodajas y bañada en una salsa compuesta por salsa de tomate, curry y otros ingredientes, normalmente acompañado por pan francés o papas fritas.
El Currywurst es el clásico berlinés. Una salchicha asada cortada en rodajas y bañada en una salsa roja
Las empanadas bogotanas
La comida callejera en Colombia es grasosa por excelencia. Empanadas, morcilla, chorizo, chicharrón, bofe y chunchullo son sólo algunas de las frituras que incluye la popular picada criolla. Las arepas, herencia de la gastronomía paisa se venden en diferentes presentaciones. Algunas de maíz, otras de masa, con queso por encima o rellenas de carne desmechada, pollo, queso o cualquier cosa que se quiera.
Las empanadas amarillas de pollo o carne que se fritan en ollas con aceite quemado y se venden en puestos ambulantes, que se identifican por sombrillas de colores, son el antojo preferido de cualquier colombiano. Con ají casero y una gaseosa fría siempre son una buena opción para calmar el hambre de las tardes bogotanas.
El Medio Oriente tiene un clásico: el Döner Kebab. Se prepara en un asador vertical que permite cortar láminas finas de cordero, pollo o ternera puestas dentro de un pan pita y acompañadas de vegetales, salsas y especies. El Balik Ekmek es lo mismo que el Döner Kebab, pero versión pescado; un filete envuelto en crujiente pan pita con lechuga troceada, tomate fresco, cebolla cruda y un chorro de limón recién exprimido que se puede acompañar con jugo de pepinillo frío.
El Balik Ekmek es un Doner Kebab pero de pescado.
El origen de este clásico de la cocina turca viene de la crisis los pescadores de Estambul, quienes por falta de ventas decidieron vender y cocinar directamente sus capturas a los hambrientos cargadores. En sus barcos montaron planchas y armaron el negocio junto al puente de Galata, lugar que sigue siendo el mejor sito para comer Balik Ekmek por 2,15 euros.
Donas marroquíes
Marrakech huele a mugre. Vendedores ambulantes y turistas se aglutinan en calles llenas de especies, tapetes y todo tipo de mercancías. Ríos de personas envueltas en telas, construyen este panorama que ofrece estofados de garbanzo, brochetas de res y cordero, macarrones rellenos, salchichas y guisados de caracol.
El sfenj es lo más parecido a una dona dulce pero sin relleno.
En medio de esta avalancha de olores sobresale un plato amable: el sfenj. Para quienes no saben, el antecedente de las donas está en Morruecos. Una esponjosa rosquilla de masa, dulce y facturación sencilla -parecida a los churros-, que generalmente es preparada por los hombres. El sfenj es un clásico marroquí que se puede pedir a cualquier y hora en cualquier parte, siempre y cuando esté recién frito. Por un dírham (O.21 euros) se pueden comprar estas donas que se acompañan perfecto con té de menta o café con leche.
Mexicanísimo
México es popular por los tacos y las quesadillas, sin embargo, sus calles tienen una amplia oferta gastronómica. En los mercados de ciudad de México hay tacos con infinidad de rellenos, bistec, pollo, carnitas, lengua, mero o el clásico pastor, acompañados siempre de salsa roja o verde, col picada, cebollas, queso y cilantro. En el mercado de pescado se pueden comer tortillas de maíz amarillo o azul con mero batido frito, cebollas encurtidas, aguacate y jalapeños.
Los puestos callejeros abundan en las esquinas de la capital mexicana. Muchos venden mazorcas parrilladas con chile, mayonesa y queso, o esquites -maíz hervido y servido en vaso con los mismos ingredientes y limón-. Las flautas, tlacoyos, chilaquiles y gorditas -variaciones a base de tortilla de maíz- se acompañan con aguas de sabores que pueden ser de jamaica, tamarindo, chamoy o tepache frío (chicha de piña).
México es tal vez, la plaza de la comida callejera más grande del mundo.
Nueva York, meca de la comida chatarra
A Nueva York llega gente de todo el mundo, por esto que se le atribuye el título de la meca de la cocina callejera. Desde el falabel árabe hasta las empanadas latinoamericanas se consumen en esta ciudad multicultural. Los carritos de comida, un clásico de ‘La Gran Manzana’ ofrecen perros calientes, pizza, helados, papas fritas, crispetas, pretzels y muchos otros.
Dentro de este abanico de posibilidades, el imperdible es el sándwich de roastbeef; lonjas finas de carne curada en sal, braseadas en el horno de 4 y 6 horas, servidas entre pan de centeno con pepinillos y mostaza.
El sándwich de roastbeef originalmente viene con pan de centeno, pepinillo, mostaza y carne curada.
El sándwich recibe su nombre de John Montagu, Conde de Sandwich. Un jugador empedernido que pasaba horas delante de la mesa de juego y un día, por no abandonar su puesto, cortó unas rodajas de “roast beef”, las puso entre rebanadas de pan y comió sin interrumpir su juego.
Salchichas alemanas
Los puestos de comida callejera alemanes se llaman Imbiss , venden Donar Kebab, schawarma, gyros, falafel y, cómo no, las famosas salchichas; embutidos de pavo, res o cerdo acompañados de sauerkraut –repollo fermentado en sal-. El acompañamiento perfecto para cualquiera de estos platos es un vaso de cerveza helada rubia, negra, blanca o de cualquier tipo.
Como buen fabricante de salchichas, Berlín se inventó el Currywurst, una salchicha asada cortada en rodajas y bañada en una salsa compuesta por salsa de tomate, curry y otros ingredientes, normalmente acompañado por pan francés o papas fritas.
El Currywurst es el clásico berlinés. Una salchicha asada cortada en rodajas y bañada en una salsa roja
Las empanadas bogotanas
La comida callejera en Colombia es grasosa por excelencia. Empanadas, morcilla, chorizo, chicharrón, bofe y chunchullo son sólo algunas de las frituras que incluye la popular picada criolla. Las arepas, herencia de la gastronomía paisa se venden en diferentes presentaciones. Algunas de maíz, otras de masa, con queso por encima o rellenas de carne desmechada, pollo, queso o cualquier cosa que se quiera.
Las empanadas amarillas de pollo o carne que se fritan en ollas con aceite quemado y se venden en puestos ambulantes, que se identifican por sombrillas de colores, son el antojo preferido de cualquier colombiano. Con ají casero y una gaseosa fría siempre son una buena opción para calmar el hambre de las tardes bogotanas.
