Europa a nivel artístico es la cuna histórica literaria del mundo occidental. En el caso de los de cuentos de hadas, sirvieron o sirven para hacer volar la imaginación de los más pequeños del hogar, un elemento que siempre era protagonista en este tipo de historias era el castillo, escenario de romances, batallas o bailes de ensueño. El Neuschwanstein, construcción de la vida real, sirvió de inspiración para diversas fantasías.
El nombre de este castillo tiene por traducción literal "La Nueva Piedra del cisne", debido a que este animal alado era el emblema del rey que lo mandó a construir, Luis II de Baviera. El Neuschwanstein se ubica al sur de Alemania, en el estado de Baviera.
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Su construcción empezó en el año de 1869, su nombre inicial sería Castillo de Hohenschwangau, pero al morir el rey que lo fundó, se cambió al ya mencionado. Su objetivo era servir como retiro de la vida pública y satisfacer el sueño de Luis II de tener un palacio romántico de tipo medieval, a pesar de que en la época tener un castillo o fortaleza ya no era necesario estratégicamente hablando.
La idea de este castillo surgió a partir de los sueños de este monarca, por lo que su función como residencia para la familia real era algo pobre. Hablando de estilo arquitectónico, representa el romanticismo del siglo XIX. En su momento, los arquitectos de la época se burlaban del Neuschwanstein porque les parecía ordinario.
Como ya se mencionó, Luis II se inspiró en lo romántico de la Edad Media y en sagas musicales de Richard Wagner, uno de sus compositores favoritos, por lo que en 1868, le escribió al músico diciéndole que quería construir un castillo "al estilo auténtico de los antiguos castillos alemanes" sobre el desfiladero de Pöllat.
Sin embargo, en la actualidad es considerado como una de las grandes obras de la arquitectura historicista del viejo continente, ya que rescata estéticas antiguas de occidente, el arte románico, el gótico y el bizantino.
El rey Luis II murió bajo condiciones misteriosas en 1886, contaba con grandes deudas obtenidas al tratar de financiar esta y otras obras maestras del momento, por lo que al desaparecer, el castillo todavía no estaba terminado, solo se encontraban terminados la barbacana y el palacio. Su intención nunca fue que estuviese abierto al público, pero seis semanas después del fallecimiento del monarca se abrieron sus puertas a visitantes para pagar las deudas y continuar con la construcción, que concluyó el 13 de junio de 1886.
En el año 1923 el castillo Neuschwanstein pasó de estar a cargo de la familia real para ser propiedad del Estado Libre de Baviera. En la actualidad es uno de los sitios turísticos más populares en Alemania, recibiendo 1.4 millones de personas al año, lo que lo hace ser el castillo o palacio más visitado en Europa. Para entrar, por razones de seguridad, solo es posible si se hace acompañado por un guía turístico. Se ofrecen recorridos de 35 minutos, algunos realizan con énfasis temáticos. Por ejemplo, el mundo de las sagas descritas en los frescos y cuadros al interior del mismo.
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Esta obra arquitectónica ha aparecido en diferentes series y películas, pero curiosamente, Walt Disney escogió su diseño como inspiración para el castillo de la Bella Durmiente, construido en Disneyland. Asimismo, aparece como litografía del artista pop Andy Warhol y en la serie de anime Saint Seiya (Caballeros del zodiaco) en la Saga de Hades.
El castillo alemán salido de un cuento de hadas
Lun, 08/10/2018 - 06:15
Europa a nivel artístico es la cuna histórica literaria del mundo occidental. En el caso de los de cuentos de hadas, sirvieron o sirven para hacer volar la imaginación de los más pequeños del hog