Durante el sexo, son muchas las practicas que se pueden realizar, si lo que se busca es sentir placer. Existe una técnica llamada el beso de Singapur, la cual puede provocar sensaciones placenteras en las parejas durante el encuentro sexual.
Esta técnica es un proceso que se puede realizar fácilmente, pero debe practicarse antes de tomar la decisión de hacerlo. En pocas palabras, el beso de Singapur consiste en la contracción repetida de los músculos de la vagina, mientras el pene está dentro de esta. Esto puede generar una succión que provoca gran placer.
Para realizar esta práctica, es importante que la mujer tenga fortalecidos los músculos de la zona íntima, ya que si no es así, no será mucho lo que pueda sentir su compañero sexual.
Son muchos los beneficios que deja este ejercicio, gracias al beso de Singapur, la mujer podrá sentir un aumento de placer y tendrá un orgasmo mucho más contundente. Por el lado del hombre, podrá experimentar una doble sensación. Estrechar la vagina hará que el varón sienta un cierto masaje en la zona del glande, que disfrutará sin ninguna duda.
Esta actividad también trae beneficios para la salud, ya que puede prevenir la aparición de prolapsos genitales, y además mejorar los síntomas de incontinencia urinaria.
Cabe mencionar que esta técnica era empleada por las prostitutas de la India, que eran muy apetecidas por los hombres de las clases sociales altas. Con el beso de Singapur, estas mujeres complacían a sus parejas a un nivel mayor y conseguían más clientes.
Sin embargo, las geishas, en Japón, fueron las que perfeccionaron la candente técnica para incluir movimientos abdominales y que represente todo un ritual erótico que promete cambiar la vida sexual de cualquiera que lo pruebe.
El beso de Singapur, también conocido como Pompoir por la adaptación que le dieron los franceses, parece complicado de realizar, pero es más fácil de hacer de lo que parece.