La temporada decembrina ya acabó y poco a poco todos deben volver a la normalidad con sus horarios y rutinas. Sin embargo, esto no resulta tan fácil ya que durante la navidad y el año nuevo las personas descuidan el ejercicio y la alimentación, ganando algunos ‘kilitos’ de más de los que en enero muchos empiezan a reprocharse.
No te saltes las comidas: Aunque parezca que comer menos es la solución más fácil, está es equivocada pues en realidad de acuerdo a nutricionistas expertos, dejar de comer puede ser mucho más contraproducente de lo que se pensaría, ya que tu cuerpo no se nutrirá bien y la ansiedad empezará a hacer estragos.
De acuerdo a los especialistas, lo ideal es comer cinco veces al día en porciones un poco más pequeñas y por supuesto saludables.
Evita las comidas pesadas: Si bien durante las fiestas decembrinas, los excesos estuvieron muy presentes, es importante no seguir ese ritmo y buscar comidas más ligeras, como ensaladas o alimentos ricos en vitaminas y antioxidantes.
Reduce las calorías: Luego de los buñuelos, la natilla, los tamales, los postres y galletas de navidad, es importante reducir significativamente las calorías y tratar de equilibrar las comidas con alimentos que aporten al organismo.
Crea un plan de comidas equilibrado: Hacer un plan ayuda a no caer en las tentaciones o a no dejar de comer por pereza o falta de tiempo. Con un cronograma incluso hacer las compras en el supermercado será mucho más práctico.
Toma agua: Este consejo que seguramente ha escuchado en múltiples ocasiones es sumamente importante. El agua tiene múltiples beneficios para el cuerpo como ayudar a controlar las calorías o a tener la piel sana, entre otros. El agua también será un aliado que lo haga sentir más saciado y con menos ganas de comer.
Incluye alimentos detox: Ingredientes como el apio, la piña, el limón, el calabacín, los espárragos, las alcachofas, son alimentos que pueden contribuir a limpiar el organismo y a hacer más fácil la digestión. Limpiar el organismo es importante, sobre todo luego de un mes tan pesado como diciembre para el cuerpo en el que se comió y bebió en exceso.
Reduce la sal: Bajarle a la sal puede no sólo ayudarle a perder peso sino a cuidar de su corazón y riñones, pues aunque muchos no lo saben influye en la retención de líquidos. Además enfermedades como la cardiopatía, los accidentes cardiovasculares o la presión arterial pueden presentarse cuando las personas tienen un consumo elevado de sodio.
¡Es hora del ejercicio!: Aunque para algunos el ejercicio es sinónimo de tortura, este es indispensable no solo para bajar de peso sino para mantener un equilibrio con el organismo y lo que se ingiere en las comidas. El punto no es dejar de comer o privarse del todo de ciertos alimentos sino entender que el cuerpo requiere que la balanza esté equilibrada.
Cada uno de estos consejos le ayudarán a despedirse de los kilos de más que las fiestas navideñas y de fin de año le dejaron. No olvide consultar a un médico especialista para que revise su plan de alimentación y monitoree su organismo.