Hace alrededor de veinte años, tecleé Google.com en mi navegador web por primera vez. Cargó una barra de búsqueda y botones. Escribí “Muestra del examen de manejo DMV [Departamento de Vehículos Motorizados]”, moví las barras de desplazamiento para ver los resultados y di clic en un sitio.
Caramba, pensé. El diseño minimalista de Google era una alternativa refrescante en comparación con otros motores de búsqueda de ese entonces —¿recuerdas AltaVista, Yahoo! y Lycos?— que nos recibían con una maraña de anuncios y vínculos a artículos de noticias. Mejor aún era que Google parecía mostrar resultados más actualizados y relevantes.
Además, la experiencia completa solo tomó unos cuantos segundos. Cuando encontré el vínculo que necesitaba, ya había terminado con Google.
Dos décadas después, mi experiencia con Google es bastante diferente. Cuando hago una búsqueda en Google en 2020, paso mucho más tiempo en el universo de esta compañía de internet.
Si busco chispas de chocolate, por ejemplo, veo anuncios de Google de chispas de chocolate que aparecen de pronto en la parte superior de mi pantalla, seguidos de recetas que Google ha recolectado de toda la web, seguidas de ubicaciones de Google Maps y reseñas en Google Reviews de pastelerías cercanas, seguidas de videos de YouTube sobre cómo hornear galletas con chispas de chocolate (YouTube, por supuesto, es propiedad de Google).
No es solo cuestión de que pase más tiempo en una búsqueda de Google. La compañía de Silicon Valley ha aprovechado la acción de buscar algo en línea para crear un imperio tecnológico tan vasto que se ha infiltrado en mi hogar, mi trabajo, mis dispositivos y mucho más. Se ha convertido en la marca tecnológica que domina mi vida, y probablemente también la tuya.
En mi iPhone de Apple, uso aplicaciones de Google para los álbumes de fotografías y los mapas, junto con las herramientas de calendario, correo electrónico y documentos. En mi computadora y tableta, los varios navegadores web que uso tienen a Google como la barra de búsqueda predeterminada. Para el trabajo, uso Google Finanzas (para averiguar los precios de las acciones de la bolsa), Google Drive (para almacenar archivos), Google Meet (para teleconferencias) y Google Hangouts (para comunicarme).
En mi hogar, Google también está por todos lados. Nest, la cámara de seguridad que tengo en casa, es fabricada por Google. Un servicio de voz de Google hace sonar el timbre de mi puerta. Para aprender a reparar una canaleta, hace poco vi algunos videos de mejoras en el hogar en YouTube. En los mapas en línea, Google tiene fotografías de mi casa tomadas desde el espacio exterior y desde autos con cámaras sobre el techo.
Según mi cálculo no oficial, paso al menos siete horas al día en productos relacionados con Google.
La prevalencia de Google ha llevado a la compañía a un punto crítico. El martes, el Departamento de Justicia de Estados Unidos la demandó por prácticas anticompetitivas, lo que se convirtió en la acción más significativa tomada por parte del gobierno estadounidense contra los monopolios de una empresa tecnológica en décadas. El caso del gobierno se enfoca en el motor de búsquedas de Google y en cómo parece haber creado un monopolio a través de contratos de negocios exclusivos y acuerdos que dejan fuera a la competencia.
Google dijo en un tuit que la demanda tenía “fallas profundas”. La compañía agregó: “La gente usa Google porque elige hacerlo, no porque esté obligada o porque no pueda encontrar alternativas”.
Lo que yo he experimentado era el plan de Google desde el principio, según Gabriel Weinberg, el director ejecutivo de DuckDuckGo, que ofrece un motor de búsqueda enfocado en la privacidad.
“No creo que sea una casualidad”, dijo. “Han estado usando sus diferentes productos para mantener el dominio en su mercado base, que es la búsqueda”.
Eso ha creado un costo en la privacidad para muchos de nosotros, dijo Weinberg. Google, dijo, recolecta grandes cantidades de información sobre nosotros a través de sus productos, lo que les permite reunir perfiles detallados sobre nuestro comportamiento e intereses.
Así que en 2012, Weinberg rompió con Google y purgó sus cuentas.
“Llegué a entender las implicaciones en la privacidad de la creación de perfiles masivos de personas, y el enorme daño”, dijo.
No obstante, Jeff Jarvis, un profesor en la Escuela de Periodismo Craig Newmark y el autor de “What Would Google Do?”, un libro sobre el ascenso del gigante de las búsquedas, dijo que todavía hay mucho espacio fuera del mundo de Google. Por ejemplo, no usamos Google para redes sociales, utilizamos Facebook y TikTok. La inteligencia artificial, incluso la que Google está desarrollando, todavía es muy poco inteligente, agregó.
“El internet es todavía muy muy joven”, afirmó Jarvis.
Para probar ese argumento, decidí catalogar la presencia de Google en nuestras vidas. A continuación, algunos de los resultados.
Anuncios por doquier
Cuando navegamos la web, probablemente estamos interactuando con Google sin siquiera darnos cuenta. Eso se debe a que la mayoría de los sitios web que visitamos contienen tecnologías de anuncios de Google, que rastrean nuestra navegación.
Cuando cargamos un artículo web que contiene un anuncio colocado por Google, la compañía mantiene un registro del sitio web que cargó el anuncio, incluso si no dimos clic en él.
¿Y adivina qué? La mayoría de los anuncios que vemos son operados por Google. El año pasado, dicha compañía y Facebook representaron el 59 por ciento de la inversión en anuncios digitales, según la firma de investigación eMarketer. Google domina el 63 por ciento de esa rebanada del pastel.
Las tecnologías de anuncios de Google también incluyen códigos analíticos invisibles, que corren en un segundo plano de muchos sitios web. Alrededor del 74 por ciento de los sitios que visitamos usan analíticas de Google, según un estudio de DuckDuckGo. Así que son incluso más datos que le estamos entregando a Google sobre nosotros, a menudo sin saberlo.
Celulares y computadoras
Comencemos con Android, el sistema operativo móvil más popular en el mundo. Las personas con dispositivos Android inevitablemente descargan aplicaciones de la Play Store de Google.
Android incluye las aplicaciones principales de Google para mapas y correo electrónico, y el motor de búsqueda de Google es utilizado de manera prominente para buscar artículos y adentrarse en la configuración del dispositivo. El asistente virtual operado por voz de Google también es parte de los dispositivos Android.
Incluso si eres propietario de un iPhone de Apple, como yo, Google está presente en gran medida.
Google ha sido la barra de búsqueda predeterminada en el navegador Safari del iPhone desde 2007. Gmail es el servicio de correo electrónico más popular en el mundo, con más de 1500 millones de usuarios, así que es muy probable que lo uses en tu iPhone. Y te deseo buena suerte si quieres encontrar otro servicio que no sea YouTube para ver videos musicales y de cocina en tu celular.
De hecho, Google es propietaria de diez de las cien aplicaciones más descargadas en las tiendas de aplicaciones de Google y Apple, según App Annie, una firma de analítica móvil.
Además de los teléfonos inteligentes, Google es la fuerza dominante en nuestras computadoras personales. Según algunos cálculos, más del 65 por ciento de nosotros usamos el navegador Chrome de Google.
En educación, nuestras escuelas han elegido las Chromebook, computadoras personales de bajo costo que funcionan con el sistema operativo de Google, como la herramienta tecnológica más usada por estudiantes.
Video en línea
Esto será breve: YouTube es por mucho la plataforma de alojamiento de videos más grande. Punto. Alrededor de 215 millones de estadounidenses miran YouTube y pasan, en promedio, 27 minutos al día en el sitio. Un aumento en comparación con los 22 minutos de hace algunos años, según eMarketer.
Otra manera en la que podrías ver videos de Google es a través de YouTube TV, un servicio de emisión en continuo que ofrece un paquete modesto de canales de televisión. Lanzado en 2017, YouTube TV tuvo más de 2 millones de usuarios el año pasado, según Google. Eso no está lejos de los números de Sling TV, un servicio similar en paquete que lanzó Dish en 2015, que tuvo alrededor de 2,6 millones de suscriptores el año pasado.
El hogar y más allá
Si recientemente compraste un aparato que se conecta a internet para tu hogar, es probable que Google esté detrás de él. Después de todo, la compañía ofrece Google Home, uno de los altavoces inteligentes más populares e impulsado por el asistente virtual de Google, y es propietaria de Nest, la marca de dispositivos inteligentes para el hogar que fabrica cámaras de seguridad, alarmas contra incendios y termostatos con conexión a internet.
A menudo interactuamos con Google incluso cuando usamos una aplicación con la que no tiene una conexión directa. Eso es porque Google les brinda a otras marcas la infraestructura en la nube o la tecnología de servidores que nos permite transmitir videos en vivo y descargar archivos.
Si estás usando TikTok en Estados Unidos, ¿qué crees? Estás en la nube de Google.
Incluso Weinberg, quien abandonó Google, comentó que no ha sido capaz de evitar sus servicios por completo. Dijo que aún veía uno que otro video alojado en Google cuando no había otra alternativa.
“Si alguien me envía un video que necesito ver y solo está disponible en YouTube, entonces, es solo la realidad”, dijo.
Antes, hacer búsquedas era lo único que hacíamos con Google. Ahora pasamos horas al día usando sus mapas, videos, cámaras de seguridad, correo electrónico, teléfonos inteligentes y más.
Por: Brian X. Chen