El sexo es uno de los placeres más grandes para muchas personas, aparte de lo beneficioso que es para la salud física y mental. No obstante, hay quienes no logran disfrutar de este acto normalmente porque sufren de erotofobia.
Se trata, como su nombre lo indica, de un miedo irracional a todo lo que tenga que ver con relaciones sexuales o a otros asuntos que estén relacionados, como, por ejemplo, la pornografía, preguntas sobre sexo, juguetes sexuales, entre otros.
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A las personas que sufren de erotofobia les resulta difícil y casi que imposible hablar sobre sexualidad. Cuando el tema entra en alguna charla tienden a cambiar la actitud, sentirse ansiosos, intimidados e incómodos.
A pesar de que actualmente el sexo y lo erótico es un aspecto fundamental en la vida de la mayoría, resulta extraño conocer sobre un tipo de miedo hacía las relaciones sexuales, sin embargo, por distintos factores muchas personas llegan a sentir aversión a todo lo que tenga que ver con el tema.
Dentro de las causas de la erotofobia se encuentran unas que son las más comunes entre quienes sufren de este trastorno.
Experiencias sexuales traumáticas
Un evento que genere golpes negativos psicológicamente en torno a las relaciones íntimas, puede irse reforzando con el tiempo y terminar en un rechazo total hacia todo lo que esté asociado con ello. Según expertos esta es una de las causas principales para tener fobia al sexo.
Deficiente educación sexual
La falta de conocimiento hacía la sexualidad o las creencias absurdas sobre el tema, pueden llevar a la persona a abstenerse de vivir esto en su vida y a evitar al máximo todo lo que tenga que ver con la pareja y el sexo.
Genética
Algunos estudios realizados alrededor de la erotofobia, señalan que podría ser causada por patologías dentro de la genética.
Miedo a la desnudez
Las inseguridades, timidez y tabúes sobre estar desnudo o desnuda, pueden afectar la parte sexual en gran manera, haciendo que por no querer estar sin ropa se evite cualquier relación íntima.
Por otro lado, se han identificado síntomas de las personas que empiezan a sufrir de trastornos fóbicos frente a la sexualidad. Entre ellos están, ansiedad extrema ante cualquier visualización de algo relacionado con el sexo, tensión en los músculos, angustia, comportamientos evitativos, desorientación y miedo hacía objetos, situaciones y pensamientos sobre la intimidad.
Igual que las demás fobias que existen en el mundo, el miedo al sexo puede tratarse por medio de terapia psicológica, donde se refuerza la autoestima y se ayudan a romper creencias erróneas en torno a la sexualidad.
Así mismo, expertos señalan que técnicas de relajación han dado buenos resultados en pacientes erotofóbicos. También, algo que funciona muy bien para tratar el miedo, es la explosión; trabajar con la persona para que haga todas aquellas actividades por las que ha venido sintiendo un fuerte rechazo.