
'Volver a lo básico', de eso se trata el 'petting'. Con esta técnica se pretende redescubrir el placer y regresar a esas sensaciones de cuando el acto sexual no se consumía en su totalidad, pero uno se quedaba a medio camino disfrutando cada caricia y cada beso.
Para aquellos que disfrutan del 'petting', no hay necesidad de penetración para llegar al orgasmo. Para ellos, se puede llegar al clímax sin ningún problema a partir de besos, roces y masturbación mutua. Las cosas no pasan de allí, pero se disfruta de la misma forma como si se culminara totalmente el acto sexual.
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Para practicar el 'petting' solo se necesita que ambos estén completamente concentrados, en un ambiente armónico y con todas las ganas de pasar un buen rato disfrutando el uno del otro. Si ya son una pareja estable y se conocen perfectamente, todo será más fácil; pero si por el contrario, son solo dos personas que quieren estar en intimidad, la mejor forma de empezar las cosas es hablando sobre cómo les gustan que los toquen o besen.
Pueden recurrir a la imaginación y la creatividad, y armar escenarios románticos, sensuales, rudos, dependiendo de lo que más les guste. Usar disfraces, lencería, juguetes sexuales, y demás objetos que puedan encender la pasión.
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El 'petting' es prácticamente lo que se conoce como 'la previa', por tal motivo, se trata de encender las cosas, de hacerse desear mutuamente. De concentrarse en los besos y las caricias e irlos intercalando con la masturbación o el sexo oral y volverse locos.
De acuerdo a quienes practican el 'petting' esto hace que se mejore la comunicación entre ambos y que aprendan a conocerse mucho mejor como pareja, además de incentivar sentimientos como el amor y la ternura.