A diferencia de la meditación tradicional, que se concentra en puntos de luz, la meditación orgásmica centra toda su atención en los genitales femeninos.
El cerebro es el principal órgano sexual en los humanos, por esta razón que acompañar las caricias y estímulos de la pareja, con los pensamientos propios de placer y fantasías, hacen que el acto sea más interesante.
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El sexo va más allá de la penetración, conlleva ciertas tácticas para lograr que los implicados en el acto logren sentirse realmente satisfechos. Por esta razón, se ha implementado diferentes alternativas para estimular a la pareja.
Los creadores de la meditación orgásmica: Ken Blackman y Nicole Daedoney, aseguraron que además de ayudar a conseguir el orgasmo, también ayuda a prolongar su intensidad hasta 15 minutos. Adicional a esto, la meditación orgásmica se concentra en el placer individual más allá del reciproco.
Este procedimiento requiere tiempo y paciencia. El objetivo de la técnica es ejercitar la espiritualidad por medio de la estimulación del órgano más sensible de la mujer.
Algunas que han experimentado esta meditación aseguran haber logrado un mayor placer. Además, es de aclarar que esta estimulación se basa en masajear el clítoris por determinado tiempo, pero sin llegar al orgasmo, pues se dice que el pico del placer sucede antes del clímax.
Muchas mujeres viven concentradas en llegar al final, sin embargo, lo importante es disfrutar el proceso. No es necesario tener un orgasmo para sentir mucho places. Puede que llegue o no, pero la idea es eliminar la presión de conseguirlo para disfrutar de todo el momento.
La meditación orgásmica es una nueva forma de vivir la sexualidad, liberarse del estrés y elevar los niveles de placer.
Es una práctica que, en su primera vez, se aconseja estar guiados por un experto en el tema y así aprender la forma correcta de llevarlo a cabo. Sin embargo, existe una explicación para conocer cómo se practica la meditación orgásmica.
Se debe crear un ‘nido’, con una esterilla de yoga y algunas almohadas. La pareja utilizará un guante y lubricante para masajear el cuadrante superior izquierdo del clítoris, con el dedo índice. Hará esto durante 15 minutos, donde la mujer podrá irle expresando lo que siente y de qué forma le gusta más.
Antes de iniciar, la persona que estimule debe expresar todas las sensaciones que le transmita la vagina de la mujer; olor, forma, textura, etc.
Cabe recordar, que como se trata de ayudarle a la mujer a fortalecer su placer y espiritualidad, el estimulador debe estar completamente vestido y concentrando su atención a los movimientos que realiza en los genitales femeninos.
A pesar de que en la técnica original requiere de una pareja, algunas mujeres han intentado la meditación orgásmica ellas solas. Es ideal buscar un lugar tranquilo donde pueda relajarse y empezar a estimular las zonas de la vagina que más gusten.
Lo importante del acto, como ya se había mencionado, es dejar atrás el afán de conseguir el orgasmo o alargarlo. Es fundamental concentrarse en las sensaciones y estímulos para intensificar la meditación y tener como posible consecuencia el orgasmo.