Es un hábito simple, pero puede salvar vidas. Por eso la Organización Mundial de la Salud -OMS- y la Organización Panamericana de la Salud - OPS - hacen un llamado para que el personal que presta servicios médicos y los pacientes siempre practiquen el lavado de manos para evitar la propagación de infecciones y enfermedades.
De acuerdo con el médico epidemiólogo Cristian Pallares, “de todas las medidas que hay en prevención y control de infecciones, la higiene de manos puede disminuir hasta en un 50% la transmisión cruzada de virus y/o bacterias en las instituciones hospitalarias”.
El control de las infecciones constituye una base sólida y esencial para la seguridad de las personas, es por ello que “todo profesional o dispensador de servicios de atención sanitaria, o cualquier persona que participe directa o indirectamente en la atención a un paciente, debe mantener la higiene de sus manos y saber cómo hacerlo correctamente en el momento adecuado”, dice el experto.
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Para la Organización Mundial de la Salud es fundamental que todo el personal de salud tenga una higiene correcta de las manos, dado que éstas son la vía principal de transmisión de gérmenes perjudiciales e infecciones contraídas por el paciente mientas recibe atención sanitaria.
De ahí que sea necesario seguir unas recomendaciones para que la limpieza se realice de manera adecuada:
- Limpie sus manos frotándolas con un desinfectante a base de alcohol, como medio habitual preferente para desinfectarlas cuando no estén visiblemente sucias. Es más rápido, más eficaz y mejor tolerado por las manos, que lavarlas con agua y jabón.
- Lávese las manos con agua y jabón cuando estén visiblemente sucias, manchadas de sangre u otros fluidos corporales, o después de usar el inodoro.
- Cuando se sospeche o se tenga constancia de haber estado expuesto a patógenos que liberan esporas, y en particular a brotes de Clostridium difficile, el método preferible consistirá en lavarse las manos con agua y jabón.