Fray Alonso Salcedo Villegas, un cantante de vallenato de 46 años, habría sido secuestrado cuando se movilizaba por una vía que comunica a los municipios de Ocaña y Convención en el departamento Norte de Santander.
De acuerdo con información preliminar, el cantante de vallenato y profesor de la Universidad Francisco de Paula Santander se movilizaba en una camioneta cuando fue interceptado por aproximadamente diez sujetos que se identificaron como miembros de 'Los Pelusos' o Ejército de Liberación Nacional.
Al parecer, los delincuentes que estaban altamente armados se llevaron a Fredy Alonso Salcedo hacia una zona montañosa donde se perdió el rastro del cantante de vallenato.
Las autoridades de Ocaña, Norte de Santander, señalaron que ya se iniciaron las labores por parte de la Policía y el Ejército Nacional para dar con el paradero del artista.
La violencia en Ocaña no cesa
Pese a las estrategias implementadas por las autoridades para combatir la violencia en el municipio de Ocaña, los esfuerzos parecen no dar frutos.
En la noche del pasado miércoles 4 de noviembre, hombres armados atacaron la vivienda del abogado Saúl Pinzón López, el candidato más opcionado para ocupar el cargo de personero municipal, tras la renuncia de Óscar Eladio Galvis Tarazona.
El hecho, que se registró en el barrio El Dorado, de Ocaña, afortunadamente no dejó personas lesionadas o víctimas fatales.
También en esta semana se conoció la noticia del asesinato de Jorge Solano, líder social y delegado de la Mesa de Víctimas en Ocaña, Norte de Santander.
Jorge Solano falleció el pasado martes 3 de noviembre luego de recibir tres disparos cuando estaba en la puerta de su casa. El líder social había denunciado amenazas en su contra debido a la lucha contra la corrupción que libraba en Ocaña, Norte de Santander.
En mayo de este año, Solano envió una carta a Israel Ramírez, más conocido como Pablo Beltrán, y quien es el jefe de la delegación del Eln para las conversaciones de paz con el Gobierno Nacional. En el documento el líder social solicitó aclarar una serie de amenazas que estaba recibiendo por parte de un supuesto miembro de esa guerrilla.
Solano señaló a un supuesto comandante del Eln llamado Carlos, como el responsable de las amenazas contra su vida. Las intimidaciones se debían a la lucha del líder contra la corrupción en Ocaña. Según las amenazas, Solano se estaba metiendo con los amigos del supuesto comandante Carlos y por eso querían asesinarlo.