El presidente Gustavo Petro viajó al municipio de Morales, Cauca, epicentro del incremento de la violencia y los enfrentamientos entre la fuerza pública y el Estado Mayor Central (EMC) que han dejado varios muertos esta última semana.
Petro llegó "para atender directamente la situación de orden público ante recientes atentados contra autoridades y población civil de este departamento", informó la Presidencia colombiana, que publicó imágenes del mandatario rodeado de militares y protegido con escudos.
En Morales visitará la estación de Policía que fue atacada esta semana por el EMC, la principal disidencia de las FARC.
Antes de viajar a Morales, el jefe de Estado lideró junto al ministro de Defensa, Iván Velásquez, un Consejo de Seguridad en la capital del Cauca, Popayán.
Arremetida contra Morales, Cauca
El lunes una facción del EMC hostigó durante unas dos horas la estación policial de Morales y en los ataques murieron cuatro personas: dos policías y dos presos que estaban en la estación de la institución.
Durante la jornada también resultaron heridas seis personas por la detonación de una motocicleta-bomba a las 6:15 a.m. en cercanías de un hotel donde se hospedan uniformados que están "fortaleciendo la seguridad del municipio" de Jamundí, en el departamento de Valle del Cauca.
El miércoles murió otro soldado en enfrentamientos entre el Ejército y el EMC en el municipio de Patía.
Los ataques de esa disidencia se han intensificado en esa región del país luego de que en marzo pasado el Gobierno suspendiera el cese el fuego bilateral en los departamentos de Nariño, Valle del Cauca y Cauca por la violencia de ese grupo armado contra indígenas y contra la fuerza pública.
En respuesta, el Ejército ha aumentado sus operaciones ofensivas en los últimos meses en el Cauca, que se ha convertido en uno de los escollos de las negociaciones de paz entre el Gobierno y el EMC.
Este jueves el Ejército informó que más de 500 soldados llegaron hasta el Cauca para reforzar la ofensiva contra los grupos armados, con especial presencia en los municipios de Suárez, Morales, Corinto y Caloto, también en Balboa y Patía.
El diálogo con el grupo armado está empantanado desde que el EMC se dividió en dos y el Gobierno dejó fuera de la mesa de negociación a los disidentes del suroeste del país, que son los grupos más violentos y los que más ataques cometen.