Debido a los riesgos que podrían traer las celebraciones de fin de año, la Alcaldía de Medellín no descarta tomar medidas más estrictas, como el toque de queda, para los días 24 y 31 de diciembre cuando se celebra Navidad y Año Nuevo.
De acuerdo con la administración municipal el porcentaje de seroprevalencia de la ciudad se ubica en el 27% y la ocupación del 83 % de camas en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI).
La Alcaldía de Medellín está analizando, de la mano de epidemiólogos, cuáles deben ser las determinaciones para las festividades que se avecinan, teniendo en cuenta la situación actual de la capital de Antioquia con respecto a los temas de salud.
“Lo más probable es que el próximo lunes inicie una serie de medidas restrictivas que acogerían el 24 y el 31 de diciembre. No serían cuarentenas completas, estamos hablando de cierres nocturnos, como ya lo hemos hecho en algunos casos. Seguramente habrá toque de queda nocturno y estamos evaluando si lo mismo va a ocurrir los días previos y posteriores a estas dos fechas”, explicó Daniel Quintero.
Además, indicó que teniendo en cuenta la ocupación de UCI y la posibilidad de que se presente un aumento de contagios a finales de diciembre y comienzos de enero de 2021, “lo mejor sería declarar, de una vez, la alerta roja hospitalaria preventiva".
El alcalde de Medellín señaló que la medida se tomaría con el fin de estar preparados para todo lo que va a ser la atención del 24 y el 31 de diciembre, fechas en las que además se incrementan los accidentes y las riñas "que presionan más el sistema de cuidados intensivos”.
- Le puede interesar: Restricciones en Cartagena durante fiestas de fin de año
Aunque el ingreso de personas a Medellín no será restringido, las autoridades señalaron que probablemente se limite la movilidad en horas específicas durante las cuales generalmente se presentan desplazamientos por parte de familias para sostener reuniones con motivo de las festividades.
En la capital de Antioquia hasta el momento se han adoptado medidas como restricción a las chivas, limitar los horarios para la venta de licor y el aforo en eventos, desarrollo de campañas de prevención en el territorio y entrega de más de un millón de tapabocas, entre otras, con el fin de evitar un colapso en el sistema hospitalario.
