La jornada electoral del pasado 13 de marzo dejó configurada parte de la balanza política de acá al 2026, con el Pacto Histórico, el Partido Liberal y el Conservador como las colectividades con mejores números en la composición del legislativo. En ese marco, resaltaron los resultados del Centro Democrático, que incluso generaron un curioso cuestionamiento del periodista Julio Sánchez Cristo al expresidente Álvaro Uribe Vélez.
Cabe recordar que, pese a la votación de más de 1,9 millones de personas en Senado y 1,6 millones en la Cámara de Representantes, el Centro Democrático perdió algunas curules dentro del Congreso al quedar con apenas 14 en Senado y 16 en Cámara. Escaños que si bien no son pocos, resultan particularmente distantes de aquellos tiempos de popularidad donde el expresidente Uribe jugaba como titular en la apuesta legislativa.
Un momento particular del Centro Democrático, que además se vio reflejado en la bajada del bus presidencial por parte de Óscar Iván Zuluaga y su subida al de Fico Gutiérrez, mientras los niveles de favorabilidad de Iván Duque y el propio Álvaro Uribe caen a niveles históricos por cuenta de distintas situaciones.
En entrevista con Julio Sánchez en La W, el propio Álvaro Uribe calificó como “injusta” toda esa afectación reputacional que, entre otras cosas, se debe a sus procesos judiciales y a ser parte del partido de Gobierno. Ahora, esa mala imagen podría también estarle afectando en su posición como líder del Centro Democrático, donde según Cristo algunas personas se empiezan a preguntar por el momento en que el expresidente decida dar un paso al costado para dejar crecer al partido.
De acuerdo con Cristo, tras hablar con muchas personas al interior del Centro Democrático, se enteró de que esa puede ser una necesidad a voces que nadie ha sido capaz de comunicarle a Uribe. “Esas personas coinciden en que usted ha hecho mucho bien para Colombia, que usted direccionó un país que estaba llamado a la debacle por cuenta del orden público y que eso nadie se lo puede quitar, pero que de un punto para acá las cosas comenzaron a verse ya en negativo para usted (...) Piensan que a lo mejor tiene que ir más allá y hacer una reflexión sobre la conveniencia de que usted continúe en la política del partido”, manifestó el periodista.
Y cuestionó: “¿Usted no ha pensado que (su partido), precisamente con esa nueva coalición que se está armando y en donde ya el candidato suyo se fue con Federico Gutiérrez, necesitaría que se hiciera a un lado?”.
Frente a ello Uribe aseveró: “Mi lucha por la democracia terminará el día en que Dios me extinga la vida”. De acuerdo con el expresidente, su interés es seguir trabajando “sin hacer taponamiento” u obstruir el futuro del partido, como considera haberlo hecho en campaña; un proceso en el que estuvo volanteando en diferentes partes del país.
“Yo hablo mucho con la familia y con la base colombiana y en las calles de Colombia estuve 45 días volanteando. Esas personas me dicen con cariño 'retírese', otras con rabia '¿Por qué no se retira?'. La verdad Julio es que yo no nací con la vanidad de ser presidente de la República, yo crecí en un hogar en el suroeste de Antioquia, en unas empresas agropecuarias donde se vivía una enorme violencia política ”, respondió el expresidente.
Sumado a ello, asegura que aunque no pretende estorbar al partido, no piensa quedarse quieto ya que hay muchos temas que aún le preocupan: “la seguridad, el narcotráfico, microtráfico, el hambre, llevamos mucho tiempo pidiendo el bono alimentario. Es muy difícil entender la democracia cuando hay hambre y la gente de los pequeños negocios sigue dependiendo del gota a gota”.
En ese sentido, frente a su retiro de la política dice que seguirá “en la batalla”, que entre otras cosas contempla una férrea oposición a las propuestas de Gustavo Petro (especialmente a su reforma pensional). En la entrevista con Sánchez Cristo se autodenominó como “un luchador por la democracia y la patria”.
"Yo no estorbo y procuro hacer las cosas en la manera en que no estorbe", precisó Uribe.
En cuanto a otras razones del declive del Centro Democrático en la opinión pública, señaló la imposibilidad para hacer campaña en los municipios del Catatumbo y otras zonas del país, así como el inevitable desgaste de varios años en el poder. Sobre el Gobierno de Iván Duque opinó: “Tiene cosas buenas, pero hay cosas que faltan y hay unos temas muy sensibles que se han reclamado. Este partido es un partido que ha perdido la vocación de los temas disruptivos, el Gobierno no los impulsó cuando le pedimos el referendo”.
No obstante, reseñó positivamente los resultados económicos del actual Gobierno: “Una economía mal manejada, con desconfianza, no se puede endeudar; una economía bien manejada como está la economía colombiana, se puede endeudar para comprar los seguros de la democracia, que son los avances de la política social”.
Esto se da luego de que el pasado martes Uribe haya convocado un comité al interior del partido para definir los apoyos en las elecciones del próximo 29 de mayo. Reunión en la que también solicitó que se tengan en cuenta las apreciaciones de los más de 600 mil militantes inscritos en el partido.
Para ese comité, el expresidente convocó a Paloma Valencia, Miguel Uribe Turbay, María Fernanda Cabal, Alirio Barrera y Oscar Darío Pérez, entre otros nombres de peso dentro del Centro Democrático. “En lo que a mí me refiere voy a procurar, a partir de la elección del domingo, aplicar un principio de una señora santandereana: mucho hace el que no hace estorbo”, muy en línea con lo que ha ratificado con Julio Sánchez, dejando en el aire su apoyo presidencial (aunque una gran parte de Colombia tiene claro una inminente inclinación por Federico Gutiérrez).
