En 1999, a medio camino entre Key Largo y Key West, en Grassy Key (Florida), se escaparon ocho ratas Gambianas que pesan hasta 4 kilos y su cola llegaba a medir 45 centímetros de largo. Las autoridades encargadas de controlar especies salvajes creyeron que las habían exterminado, pero en 2011 volvieron a ser vistas y trataron de erradicarlas, una vez más, sin éxito. Estas ratas son un problema que amenaza con extenderse hasta la península de la Florida, pues esta especie inicia su reproducción cinco meses después de haber nacido.

