La legalización de las aplicaciones de transporte es un debate de vieja data en Colombia. No es para nadie un secreto que históricamente el gremio de los taxis siempre se ha opuesto a cualquier iniciativa que legisle a favor de esta medida, así como los usuarios piden cada vez más opciones que garanticen un precio justo por trayecto, más seguridad, comodidad, entre otras cosas.
Dicho debate revive esta vez en un pequeño rifirrafe entre el representante a la Cámara del Partido Verde Mauricio Toro y el Presidente de la Asociación de Propietarios y Conductores de Taxi, Hugo Ospina, por cuenta de un nuevo proyecto de ley que recién radicó el congresista el pasado 10 de noviembre y que, precisamente, contempla la “regulación de las plataformas de transporte”.
“Esta no es una guerra contra los taxistas, como algunos quieren hacerla ver. Por casi 10 años conducir en plataformas ha sido la única fuente de ingresos para miles de familias. Esta es una deuda que tenemos con más de 300 mil corazones (...) La falta de una ley clara afecta tanto a taxistas, como conductores y ciudadanos”, aseguró Toro en un video.
No obstante, parece que esta noticia no cayó bien en los oídos de Ospina, quien se ha caracterizado en el pasado por tener una posición muy rígida al respecto. En esta ocasión no fue diferente, pues el líder taxista publicó un hilo de Twitter en el que criticó algunos puntos de la propuesta. “Francamente no entiendo la insistencia de hacer las cosas a las patadas y sin algún tipo de consensos con las partes involucradas”, aseguró.
Dentro de lo dicho por Hugo Ospina, se encuentran argumentos bastante conocidos en este debate: la forma en que una persona natural (no vinculada a una empresa formalmente) puede llegar a responder frente a un accidente o eventualidad; la defensa de la fijación de tarifas como un deber exclusivo del Estado; las diferencias desiguales entre la exigencia de antigüedad de un taxi y las de un vehículo de plataformas (que no necesariamente debe ser cero kilómetros para vincularse), entre otros.
Su hilo continuó. El líder del gremio taxista considera también un error el fijar un sistema diferente al taxímetro para controlar los cobros, ya que opina que este es el único que “calcula de manera justa y acertada el costo de un viaje”, entre otras cosas.
La respuesta de Mauricio Toro
El representante Mauricio Toro no se quedó en silencio frente a este tema y respondió, punto por punto, las críticas de Ospina. El político comenzó por asegurar que el proyecto de Ley tendrá todo un proceso de debate que puede demorar entre uno o dos años, como cualquiera que busque ser ley de la República, y que no se va a implementar “a las patadas” como dice su contraparte.
“Muy preocupados algunos líderes taxistas y Hugo Ospina por atacar mi Proyecto Plataformas Reguladas ya, pero calladitos con delitos que ocurren en algunos taxis. Nuestro proyecto obliga a las apps a garantizar identidad de conductores y pasajeros, por la seguridad de los usuarios”, aseguró en otro trino, refiriéndose a un reciente caso en el que una persona fue escopolaminada en un taxi en Bogotá para poder robarlo.
Por otro lado, Mauricio Toro también respondió a las críticas relacionadas con el taxímetro y el tema de capacidad de respuesta ante accidentes o delitos, sobre lo que afirmó: “Hemos intentado averiguar cifras de casos en los que Empresas de Taxis hayan respondido por delitos cometidos en taxis o por accidentes, pero ha sido imposible”.
Las cosas así, este nuevo proyecto vuelve a poner sobre la mesa este profundo debate, que casi siempre termina cediendo a favor del gremio taxista, uno de los más unidos cuando se trata de temas que consideran les puede afectar. Sin embargo, a la par miles de personas continúan utilizando las plataformas de transporte, a pesar de estas se encuentran en la mira de las autoridades por la prestación de transporte ilegal.
Cabe preguntarse, entonces, si las leyes no funcionan precisamente para eso, para legislar sobre las situaciones del día a día de la ciudadanía en pro de su beneficio y protección. Parece ser que la lucha contra la llegada de las alternativas digitales es algo exclusivo del transporte, mientras la salud, la agricultura o el sector financiero, entre otros tantos, le han abierto sus puertas al cambio. Uno que, por supuesto, tiene que darse por medio del diálogo y tomando muy en serio las consideraciones de cada actor.