Una reunión a las cuatro de la tarde en la Casa de Nariño entre el presidente Juan Manuel Santos y los líderes de las distintas bancadas políticas bastó para apagar un incendio que amenazaba con torpedear en el Congreso de la República el trámite de las normas que permitirán la implementación de los acuerdos en La Habana.
Vea también, La mamadera de gallo de los congresistas en el tema de paz.
Como se sabe, el Gobierno había convocado al Legislativo a sesiones extraordinarias para modificar la ley de orden público, en la que quedarán contemplados los mecanismos para que se suspendan las órdenes de captura contra los guerrilleros y darle viabilidad a las zonas donde se concentrarán las Farc.
Sin embargo, no había unanimidad entre los congresistas para otorgarle facultades casi supremas al presidente de la República en la modificación de dicha norma, y todavía quedaba un tufillo de revancha en el Congreso por el proyecto de acto legislativo, presentado por el Gobierno, que crea una comisión especial que legislará de manera expedita los temas del posconflicto.
Esta situación, había creado un mal ambiente en el Congreso, que se agravó con el proselitismo armado que hizo las Farc en un corregimiento del municipio de Fonseca en La Guajira, y que se vio reflejada en el poco interés en sacar adelante la modificación de la ley de orden público.
El presidente Santos saludando al director del Partido Conservador, David Barguil, cerca, el liberal Horacio Serpa.
El martes de la semana pasada se citaron las plenarias de Senado y Cámara de Representantes sólo para escuchar el decreto que convocaba a las sesiones extraordinarias. Este martes 23 de febrero, una semana después, se agendó para las dos y media de la tarde la sesión de las comisiones primeras conjuntas por menos de dos horas, donde los asistentes sólo escucharon el título de la norma por la que habían sido convocados a reformar, y algunas intervenciones.
Sin explicación alguna la Cámara ya había agendado la sesión de la plenaria para un debate de control político a las cuatro de la tarde, cortando los ánimos para empezar de fondo la discusión del tema central por el cual se convocaron las extras.
Al ser consultado por KienyKe.com, el presidente del Congreso Luis Fernando Velasco no sabía que la sesión de la plenaria de la Cámara estaba convocada para el mismo día en el que se empezaba a debatir la modificación de la ley de orden público. Sólo atinó a decir que primaba el debate en las comisiones conjuntas primeras de Senado y Cámara.
Al percatarse de lo sucedido, el gobierno a través del ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, presionó para que este miércoles fueran convocadas las comisiones primeras conjuntas y siguieran con el debate temprano en la mañana.
Sin embargo, para alivianar la presión y enfriar los ánimos, el Gobierno decidió convocar una reunión urgente en la Casa de Nariño para acordar un pacto por la paz, que no es otra cosa que un acuerdo para que los partidos políticos saquen adelante las normas esenciales para implementar los acuerdos, incluida la ley de orden público y el acto legislativo para la paz.
El poder de convocatoria del presidente Santos tuvo buenos resultados, y aunque no asistió el Centro Democrático, el jefe de Estado se estrechó la mano con el presidente del Partido Conservador, David Barguil, quien hasta hace unas semanas era un crítico acérrimo del proceso de paz. Con este gesto, obtuvo el beneplácito de toda la bancada conservadora, que hasta el momento se encontraba dividida entre santistas y opositores.
Presidente Santos saludando a la líder del Polo Democrático, Clara López
Otro de los apretones de mano que causó curiosidad fue el que se dio el jefe de Estado con la presidenta del Polo Democrático, Clara López. Algunos de los presentes le dijeron a KienyKe.com que el gesto acelerará la participación de la excandidata a la alcaldía de Bogotá en el gabinete ministerial.
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Por lo pronto, esta semana las comisiones conjuntas primeras de Cámara y Senado aprobarán la modificación de la ley de orden público, y justo una semana antes que inicien las sesiones ordinarias del Congreso, a mediados de marzo, las respectivas plenarias harán lo suyo.
El presidente Santos saludando al director del Partido Conservador, David Barguil, cerca, el liberal Horacio Serpa.
El martes de la semana pasada se citaron las plenarias de Senado y Cámara de Representantes sólo para escuchar el decreto que convocaba a las sesiones extraordinarias. Este martes 23 de febrero, una semana después, se agendó para las dos y media de la tarde la sesión de las comisiones primeras conjuntas por menos de dos horas, donde los asistentes sólo escucharon el título de la norma por la que habían sido convocados a reformar, y algunas intervenciones.
Sin explicación alguna la Cámara ya había agendado la sesión de la plenaria para un debate de control político a las cuatro de la tarde, cortando los ánimos para empezar de fondo la discusión del tema central por el cual se convocaron las extras.
Al ser consultado por KienyKe.com, el presidente del Congreso Luis Fernando Velasco no sabía que la sesión de la plenaria de la Cámara estaba convocada para el mismo día en el que se empezaba a debatir la modificación de la ley de orden público. Sólo atinó a decir que primaba el debate en las comisiones conjuntas primeras de Senado y Cámara.
Al percatarse de lo sucedido, el gobierno a través del ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, presionó para que este miércoles fueran convocadas las comisiones primeras conjuntas y siguieran con el debate temprano en la mañana.
Sin embargo, para alivianar la presión y enfriar los ánimos, el Gobierno decidió convocar una reunión urgente en la Casa de Nariño para acordar un pacto por la paz, que no es otra cosa que un acuerdo para que los partidos políticos saquen adelante las normas esenciales para implementar los acuerdos, incluida la ley de orden público y el acto legislativo para la paz.
El poder de convocatoria del presidente Santos tuvo buenos resultados, y aunque no asistió el Centro Democrático, el jefe de Estado se estrechó la mano con el presidente del Partido Conservador, David Barguil, quien hasta hace unas semanas era un crítico acérrimo del proceso de paz. Con este gesto, obtuvo el beneplácito de toda la bancada conservadora, que hasta el momento se encontraba dividida entre santistas y opositores.
Presidente Santos saludando a la líder del Polo Democrático, Clara López
Otro de los apretones de mano que causó curiosidad fue el que se dio el jefe de Estado con la presidenta del Polo Democrático, Clara López. Algunos de los presentes le dijeron a KienyKe.com que el gesto acelerará la participación de la excandidata a la alcaldía de Bogotá en el gabinete ministerial.
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