Se conocen las primeras salidas del revolcón ministerial que está adelantando el Gobierno de Gustavo Petro, entre los funcionarios que salen de las direcciones de los más importantes ministerios está José Antonio Ocampo, uno de los más halagados durante los meses de Gobierno.
Uno de los ministros más destacados del gobierno de Petro es el trabajo adelantado por el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, el funcionario adelantó labores con el fin de evitar el pánico económico en el país y llamar a los inversionistas extranjeros para brindar seguridad en los dineros de afuera, sin embargo, la petición de renuncia a todo el gabinete ministerial por parte del primer mandatario deja por fuera al economista.
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Con la aceptación de la renuncia de Ocampo, entra en la dirección del ministerio Ricardo Bonilla, quien sería uno de los hombres cercanos a Petro durante su gestión en la Alcaldía de Bogotá.
Bonilla fue el exsecretario de Hacienda de la alcaldía de la capital del país durante la administración de Petro, quien ahora reemplazará a Ocampo en una de las carteras más trascendentales para los próximos meses en Colombia en materia inflacionaria, de inversión y de cara a una posible recesión económica que ya estaba advertida para este año.
El nuevo ministro de Hacienda hasta la fecha se desempeñó como presidente de Findeter, quien cuenta con estudios de economía de la Universidad Jorge Tadeo Lozano, tiene una especialización en Empresas Multinacionales Latinoamericanas y Andinas de la Escuela Empresarial Andina además está en proceso de candidatura para obtener el Doctorado en Ciencias Económicas de la Universidad de Rennes.
Se ha desempeñado ampliamente en las labores académicas siendo director del Centro de Investigaciones para el Desarrollo de la Universidad Nacional, y como miembro de la Academia Colombiana de Ciencias Económicas (ACCE).
Revolcón ministerial de Gustavo Petro:
La petición de renuncia protocolaria de Gustavo Petro a sus ministros, que muchos han calificado como algo sin precedentes (por lo menos temprano en el gobierno), es en realidad la continuación del pulso político entre el presidente y las cabezas de los partidos tradicionales: César Gaviria en los liberales, Dilian Francisca Toro desde la U y Efraín Cepeda en los conservadores.
Se dice que en esta arena, mientras el presidente Petro se juega la viabilidad de sus reformas y el poder frente a los partidos, estos a sus vez se juegan sus cabezas ya que, en caso de ser derrotados, significaría que tienen poca o nula incidencia en las decisiones reales de su partido. El verdadero meollo del asunto es que para aplicar la ley de bancadas tiene que haber un proceso democrático de las mismas; proceso que según los representantes liberales no hubo en ningún momento.
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Más allá de eso, es claro que efectivamente el presidente Petro ha logrado su objetivo de demostrar poder. Siendo importante destacar que la petición de renuncia protocolaria no es algo nuevo en los gobiernos, al ser una figura usada para brindar a los mandatarios la posibilidad de reorganizar su equipo de trabajo en caso de quererlo. Lo raro es el corto tiempo que demoró Petro en solicitarlas, en plena puja con partidos que de hecho tienen participación en el actual gabinete.