Ya bastante confusión en varios sectores del electorado han producido los cambios de opinión del candidato Óscar Iván Zuluaga respecto a la continuación del proceso de paz. También generó enorme desconcierto ver a Gustavo Petro, Clara López, Aida Abella, Claudia López y el profesor Antanas Mockus declarando su apoyo directo a la reelección de Juan Manuel Santos, a pesar de las distancias ideológicas y pragmáticas que siempre los mostraron como contradictores.
Pero como si faltara otro enredo en este laberinto para la segunda vuelta, ahora las Farc actúan de tal forma que parecieran querer propiciar la victoria de su mayor crítico: el uribismo.
Sabido es que uno de los principales temas alrededor del cual ha girado el actual debate electoral es el futuro del proceso de paz. Ahora los dos candidatos concuerdan con que pueden continuar los diálogos en La Habana, solo que Santos aboga porque se mantenga el actual esquema mientras que Zuluaga propone condiciones que, para muchos, propiciarán el fin de la mesa de diálogos.
Las Farc habían evitado entrometerse en la justa electoral y hasta primera vuelta nunca manifestaron apoyo a alguno de los candidatos. Es más, cuando se conocieron los resultados de la primera vuelta la delegación guerrillera en Cuba reconoció que cualquier palabra que dijeran podría ser malinterpretada dentro de la opinión. Alias ‘Iván Márquez’, el principal negociador de la subversión, dijo entonces: “Cualquier cosa que nosotros digamos puede ser interpretado de diversas formas, por lo tanto no queremos arriesgar opiniones".
Pero no pasó mucho tiempo para que con sus acciones y discursos, las Farc comenzaran a intervenir en la justa electoral, aunque no fuera su intención. Lo paradójico es que las acciones y pronunciamientos de la guerrilla parecen favorecer más al uribismo, su antítesis natural, que al santismo, con quien negocia en Cuba.
Salida en falso #1: Timochenko pide votar en blanco, porque Santos y Zuluaga “significan la guerra”
En uno de los discursos con los que las Farc conmemoraron sus 50 años de lucha subversiva, su actual máximo líder militar, Rodrigo Londoño alias ‘Timochenko’, llamó al voto en blanco.
“No se trata de elegir entre la guerra representada por Zuluaga y la paz encarnada por Santos. Es claro que cualquiera de los dos significará la guerra”, describió en una controversial carta en la que trata de convencer al electorado abstencionista y que en primera vuelta votó por la izquierda o en blanco. Timochenko invita a que esta vez no elijan entre los dos finalistas electorales, sino que opten por un voto de rechazo “a las dos opciones militaristas y neoliberales”.
“No hay duda de que una sorprendente votación que superara los sufragios de ambas candidaturas sería capaz de generar un terremoto político en el país”, escribe el guerrillero que llama a crear “una poderosa coalición con la izquierda política tan bien posicionada, con el apoyo político de la insurgencia en su conjunto, alrededor de consignas sencillas como la solución política al conflicto interno, el cese al fuego, la asamblea nacional constituyente, el contundente rechazo a todas las formas de politiquería tradicional y reformas urgentes de carácter social”.
Si bien es cierto que el nivel de abstencionismo que afrontó Colombia el pasado 25 de mayo es histórico, las reglas electorales piden a los colombianos decidirse por uno de los dos candidatos en juego, porque el voto en blanco, en este escenario, no tiene efectos jurídicos sino simbólicos. Además, el ambiente polarizado está obligando a millones de indecisos a tomar partido entre los dos candidatos en disputa. Las Farc estarían invocando el escenario menos probable de todos: la victoria del voto en blanco en segunda vuelta.
Salida en falso #2: asimilar a los dos candidatos en una misma visión del proceso de paz
En las mismas comunicaciones de ‘Timochenko’, se quiere expresar que un proceso de paz, con Santos o con Zuluaga, no tendría mucha diferencia porque al fin y al cabo “los dos representan la guerra” y a “poderosos sectores del capital y la tierra”.
De esta forma, el vocero guerrillero desconoce que Óscar Iván Zuluaga ha condicionado estrictamente su permanencia en la mesa de diálogos si, y solo si, las Farc cesan sus actividades violentas contra militares y población civil de forma unilateral, desisten del reclutamiento de menores y realizan actividades de desminado de forma inmediata. Santos, por su parte, permite el diálogo en medio del conflicto y exige el desminado cuando se acuerden todos los puntos en discusión.
“Que a Oscar Iván Zuluaga le importe un pito aparecer como el abanderado de la guerra, no hace de Juan Manuel Santos un hombre de paz. Al igual que su rival en la contienda electoral, Santos menosprecia cualquier reforma de amplio contenido democrático, o que implique el menor cambio en la inequitativa distribución de la tierra y la riqueza en el país”, dice el comunicado fechado el 27 de mayo, dos días después de la victoria de Zuluaga.
‘Timochenko’ también insiste en que no hay diferencia entre Santos y Uribe, pues “los dos guardan identidad y fidelidad absoluta con el neoliberalismo económico y la doctrina de guerra dominante, inclinan la cerviz y sirven con igual devoción a los intereses económicos y políticos de Norteamérica, experimentan igual repugnancia hacia los procesos democratizadores y renovadores que se cumplen en varios países suramericanos”.
Otras interpretaciones a este tipo de mensajes sugieren que las Farc tratan de desligarse de Santos, mostrándolo como enemigo, para favorecerlo ante la opinión que respaldaría a Zuluaga. Si esta es la estrategia, el resultado no les será muy alentador.
Salida en falso #3: actuar con arrogancia
Las Farc reaccionan, en este momento electoral, con discursos que las hacen parecer fortalecidas, contradiciendo el argumento de Santos, quien indicó que el haber diezmado a la guerrilla propició que se sentaran a la mesa, y en cambio da fuerza al argumento del uribismo, que considera que el proceso de paz le ha servido a los ilegales para reagruparse y fortalecerse.
“Se nos dice que llegamos a dialogar porque estamos derrotados. ¡Nada más falso! Yo creo que en los momentos de flujo y de reflujo de la organización, desde que se abra la posibilidad de buscar una salida concertada al conflicto social y armado que vive el país, ahí estamos, en primera línea. Para el revolucionario nunca hay derrotas, por más dura y difícil que sea la situación, para un revolucionario nunca hay derrotas… Hay aplazamiento en la búsqueda del objetivo, eso es otra cosa (…) Nosotros no llegamos aquí rendidos ni derrotados, ni amilanados”, dijo ‘Timochenko’ en un video que hace parte de la conmemoración de sus 50 años de lucha armada.
Este discurso no es bien aceptado en la mayoría de la población colombiana, que rechaza el accionar violento de las Farc y pueden estar de acuerdo con el proceso de paz como un método para detener su beligerancia, que tanto daño ha hecho.
Salida en falso #4: manifestarse contra las Fuerzas Militares
En los últimos días se han sentido molestias dentro de las Fuerzas Militares y la Fuerza Pública por supuestas denuncias que indican que en Cuba se estará negociando su futuro y prestigio. Las sensibilidades se han exacerbado por un video de la campaña de Santos, en el que el candidato pregunta a padres si quieren enviar a sus hijos a la guerra, desestimando que el servicio militar es obligatorio. Además surge en momentos en que el mismo presidente-candidato promete acabar con el servicio militar obligatorio.
No obstante esta semana, las Farc rompen su silencio y aseguraron que, si bien no piden “la cabeza de los generales” de las fuerzas armadas, sí “estamos exigiendo que se cambie la doctrina militar que tienen en la cabeza esos generales. Entonces nosotros sí estamos exigiendo un cambio de la doctrina militar y de la seguridad y de defensa”. El anuncio aclara que será un tema que promocionarán durante las conversaciones de paz.
Esta contradicción levantó ampollas en sectores militares y le sirvió a la campaña Zuluaga para acusar a Santos de mentir sobre el futuro de las fuerzas de defensa del Estado. Par apagar la tormenta, el ministro de Defensa Juan Carlos Pinzón, respondió: “Tacan burro los bandidos de las Farc, eso no va a pasar, nada que tenga que ver con las Fuerzas Armadas se negociará en La Habana".
Salida en falso #5: Seguir operaciones armadas contra la población y los militares
Está claro que una condición del actual proceso de paz es negociar en medio del conflicto. Sin embargo, como acto de paz y para tratar de congraciarse con el electorado indeciso, las Farc debieron haber mantenido su tregua unilateral hasta la definición de la segunda vuelta.
El primer cese al fuego, entre el 20 y 28 de mayo, fue cumplido ampliamente tanto por las Farc como el ELN, de acuerdo a varias organizaciones observadoras del conflicto. Sin embargo, las mismas entidades reportaron entre una y dos violaciones a la tregua por parte de los guerrilleros, en especial actuaciones terroristas.
Al finalizar la tregua, el 31 de mayo se conoció que el frente 63 del Bloque Sur de las Farc habría atacado con una carga explosiva una patrulla del Ejército en el Amazonas, y tres días después otra emboscada dejó a cuatro policías muertos en Arauca.
Mientras tanto, en varias poblaciones del sur y sur-occidente del país, se ha denunciado la aparición de panfletos que incitan a no votar por el candidato uribista, y otros en los que se invita a pobladoras a vincularse a las filas guerrilleras. Estas comunicaciones aún son motivo de investigación para confirmar que en realidad sean de autoría de los subversivos.
Los panfletos que llaman al reclutamiento se han denunciado en el municipio de Algeciras, Huila, de acuerdo con el Diario del Huila.
La actividad bélica de las Farc ha sido el punto de lanza de la arremetida de Zuluaga, quien considera ilegímito el proceso de paz mientras que la guerrilla continúa atacando. Acciones armadas en las poblaciones siguen creando un clima de desconfianza contra el actual proceso de paz, lo que podría propiciar a un voto en contra de Santos.
