El 26 de noviembre de 2024, el Gobierno de Reino Unido anunció una medida que afecta directamente a los viajeros colombianos. A partir del 24 de diciembre, los ciudadanos de Colombia deberán solicitar una visa para ingresar a este país, un requisito que había sido eliminado el 9 de noviembre de 2022.
La exención de visa había sido implementada con el fin de facilitar los viajes de turistas colombianos y permitirles permanecer hasta seis meses sin la necesidad de un trámite migratorio adicional.
Sin embargo, debido a ciertos problemas con el sistema migratorio británico, esta medida fue revertida, y ahora los colombianos deberán enfrentarse nuevamente al proceso de solicitud.
Las excepciones hasta el 24 de diciembre
Para aquellos colombianos que ya tenían vuelos programados hasta el 24 de diciembre de 2024, existe una excepción.
Según declaraciones del embajador de Colombia en Reino Unido, Roy Barreras, estas personas podrán entrar al país sin la necesidad de una visa, siempre y cuando puedan demostrar que tenían sus planes de viaje establecidos antes de la implementación de la nueva normativa.
Este grupo de viajeros se encuentra en una "etapa de transición", por lo que podrán disfrutar de su estadía sin complicaciones adicionales, siempre que presenten evidencia de sus reservas y tiquetes de vuelo.
Sin embargo, para los colombianos que planeen viajar después de esta fecha, la situación será diferente. A partir del 25 de diciembre, aquellos que deseen ingresar a Reino Unido deberán completar el proceso de solicitud de visa, lo que implica un trámite burocrático que muchos viajeros deberán enfrentar, lo que podría complicar los planes de quienes no contaban con este cambio en la política migratoria.
El motivo detrás del regreso de la visa
El regreso de la exigencia de visa tiene su origen en un aumento significativo de solicitudes de asilo fraudulentas por parte de algunos ciudadanos colombianos, quienes, al aprovechar la eliminación de la visa, intentaron utilizar el sistema de inmigración del Reino Unido de manera irregular.
Según Barreras, un pequeño grupo de colombianos, menos del uno por ciento, abusó de la facilidad de viajar sin visa para presentar solicitudes de asilo falsas, lo que desencadenó una presión sobre el sistema migratorio británico.
El embajador explicó que estas solicitudes fraudulentas de asilo no solo generaron un incremento en el número de peticiones, sino que también implicaron un costo económico significativo para el Reino Unido. Cada solicitud de asilo representa un gasto aproximado de 50,000 libras esterlinas por solicitante, y se estima que el abuso de esta medida por parte de unos pocos colombianos pudo haber generado costos de entre 50 y 100 millones de libras al año.
El regreso de la visa para los colombianos podría tener repercusiones en varios sectores, especialmente en el turismo y los negocios. Aunque los colombianos seguirán siendo bienvenidos en Reino Unido, el proceso de solicitud de visa puede disuadir a algunas personas de viajar, ya que implica tiempo, dinero y esfuerzo.
Para quienes viajan por motivos turísticos o de negocios, el cambio de política podría generar incertidumbre y preocupaciones logísticas, especialmente para aquellos que ya habían hecho planes de viaje en función de la exención de visa.
Es importante señalar que esta sanción no se aplica a otros países que también fueron beneficiados en 2022 por la eliminación de la visa. Reino Unido ha decidido revocar la exención solo para los colombianos, un caso aislado en comparación con otras naciones.
Roy Barreras también subrayó que la decisión de Reino Unido refleja una preocupación por la presión migratoria interna que enfrenta el país, que recibe alrededor de 700,000 migrantes al año. Esta carga, sumada a los costos de los asilos fraudulentos, llevó al gobierno británico a tomar medidas más estrictas, como la exigencia de visa para los colombianos.
El regreso de la visa representa una sanción para aquellos que abusaron del sistema, pero también podría ser un recordatorio de la importancia de mantener la integridad en los procesos migratorios, tanto para los viajeros como para los países anfitriones.