La reciente designación de 17 exjefes paramilitares como gestores de paz por parte del presidente Gustavo Petro ha generado un torrente de opiniones y reacciones en Colombia.
Entre los defensores de esta decisión se encuentra Otty Patiño, alto comisionado para la Paz, quien ha explicado las razones detrás de esta controvertida medida.
Según Patiño, la inclusión de figuras como ‘Jorge 40’, ‘Don Berna’ y ‘Macaco’ no se trata de una concesión gratuita, sino de un compromiso con el esclarecimiento de la verdad y la reparación a las víctimas del conflicto armado en el país.
En declaraciones recientes, Patiño afirmó que “no hay caramelos”, en alusión a la idea de que estos exlíderes paramilitares no están siendo premiados ni favorecidos sin condiciones.
“De alguna manera, hay que escucharlos, valorar lo que están haciendo y evaluar si su aporte será real y verdadero”, sostuvo el funcionario en una entrevista con Blu Radio. Patiño enfatizó que no se trata de un proceso de negociación, sino de un esfuerzo por parte del gobierno para obtener información vital que podría ayudar a esclarecer crímenes no resueltos durante el conflicto armado.
¿Cuál es el rol de los gestores de paz?
La figura de los gestores de paz se inserta dentro del marco de la política de paz total impulsada por el presidente Gustavo Petro, que busca una reconciliación amplia y multifacética con diferentes actores armados.
Según Patiño, la decisión de designar a los exparamilitares como gestores de paz se basa en la necesidad de que contribuyan a la verdad y al proceso de reparación para las víctimas. Para ello, se les ha brindado herramientas de comunicación como celulares y tabletas, con el fin de facilitar su participación en el proceso de esclarecimiento.
El comisionado explicó que estos beneficios son necesarios para permitir que los exjefes paramilitares puedan compartir información sobre crímenes y detalles que no fueron debidamente escuchados en procesos anteriores. "En lugar de excarcelarlos, les hemos proporcionado estas herramientas para que puedan hacer un ejercicio de su gestión de paz, facilitando así el esclarecimiento de hechos no contados o no tenidos en cuenta", señaló Patiño.
La posibilidad de suspender el proceso
Aunque Patiño defendió la medida, también dejó claro que si los exparamilitares no cumplen con su compromiso de colaborar con la verdad, el gobierno tiene la potestad de revocar su designación como gestores de paz. “Si esto no funciona, inmediatamente se suspende. El Gobierno tiene toda la potestad de nombrar, pero también de quitarle esa posibilidad si no aportan lo que se espera”, indicó el alto comisionado.
Críticas y controversias
A pesar de las explicaciones de Otty Patiño, la designación de estos exjefes paramilitares ha suscitado críticas tanto desde la oposición como desde sectores de la sociedad civil. Personalidades como el concejal de Bogotá, Daniel Briceño, han condenado la inclusión de figuras como Hernán Giraldo, conocido como ‘Taladro’ o el ‘Monstruo de La Sierra’, quien fue responsable de múltiples crímenes, incluyendo abusos sexuales contra menores de edad. Briceño cuestionó además la falta de pronunciamientos por parte del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), lo que ha generado un debate sobre la ética de otorgarles este rol.
Por otro lado, algunos sectores, como el senador Julián Gallo del partido Comunes, han respaldado la iniciativa. Gallo argumentó que la paz total exige un compromiso con la verdad y la reconciliación, y que la inclusión de estos exjefes paramilitares podría ser una oportunidad para que contribuyan al esclarecimiento de los crímenes y la reparación de las víctimas. "La paz se construye desde la verdad", subrayó Gallo.