El candidato al Senado por el Partido Verde Miguel Samper, hijo del expresidente Ernesto Samper, explicó sus propuestas para llegar al Congreso de la República y prometió trabajar en lo que más se ha preparado durante su carrera en la administración pública: el problema de tierras en el país.
Incluso encuentra en el problema de tierras el motivo principal por el que los precios de los alimentos han aumentado de forma significativa en los últimos meses. Su experiencia en la administración pública como director de la Agencia Nacional de Tierras, le dan cierta autoridad para hablar del tema.
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“Nosotros no hemos solucionado el problema de tierras en este país y nos tiene pagando los precios de la comida más exorbitantes que se hayan visto en la historia reciente de Colombia”, asegura.
En ese sentido, alerta sobre la informalidad del campo y da cifras preocupantes, 6 de cada 10 campesinos no tienen título de propiedad de sus tierras.
“Hasta tanto no llenemos el campo colombiano de propietarios, no vamos a bajar los precios de la comida ni a ni a frenar esta carestía que estamos enfrentando”, advierte.
Según Miguel Samper, para solucionar la carencia de los títulos de tierras se requiere de algunos cambios legislativos muy sencillos, elaborar un estudio caso por caso y entrar en terreno con audiencias colectivas. “De manera masiva en audiencias colectivas y que sean los vecinos los que definan mediante cartografía social, son dos millones y medio de predios, los que se deben formalizar en los próximos años”, explica.
“Eso debe venir acompañado con mayores facilidades para acceder a la mecanización, tecnificación y en tercer lugar, generar alianzas público-privadas o si se quiere una institucionalidad pública como existía antes de la creación del Incoder en el 2002, una institución que se encargue de saltarse la intermediación que es donde se queda toda la plata del campo.
Para Samper, con esos tres pilares (tecnificación, mecanización y saltar la intermediación en el campo), “el país va a ser otro”.
“Si nosotros llenamos el campo de propietarios prevenimos el despojo, prevenimos la violencia, prevenimos que haya más cultivos ilícitos, prevenimos la minería ilegal, mejoramos la productividad. Esto es casi que una receta ideal para solucionar muchos de los problemas que no solo son del campo, sino que ya se están sintiendo en la ciudad con los precios de la comida, la escasez de agua, etc.” afirma.
Entretanto, gracias a su experiencia como viceministro de Justicia, plantea una reforma estructural a la justicia que esté al servicio de la seguridad de los ciudadanos para así evitar las puertas giratorias.
En consecuencia, cuestiona por qué en pleno siglo XXI no se ha implementado en el país la digitalización de los expedientes judiciales, lo cual dificulta la labor del juez.
“Necesitamos más jueces, necesitamos activar los jueces agrarios también para solucionar los conflictos sobre la tierra y necesitamos, además, dotarlos de herramientas administrativas para que el juez solo se concentre en fallar, que no tenga que estar pendiente si notificaron aquí o allá o si se acabó el papel de la impresora, con eso logramos tener una justicia del siglo XXI que le proporcione garantías de seguridad física a la gente”, indica.
Con respecto al medio ambiente le preocupa la deforestación, es por eso que apunta contra la ganadería extensiva como mayor responsable de este problema.
“Lo principal que se está haciendo en esas zonas deforestadas se llama ganadería extensiva, y estamos vacunando ese ganado con plata pública, con recursos de todos los colombianos. Sabemos en dónde están porque las vacuna Fedegan con nuestros impuestos. Si sabemos en dónde están, si podemos detectar esas áreas deforestadas, prohibamos la comercialización del ganado que viene de esas zonas y así les cerramos el grifo, y le acabamos la guachafita a estos deforestadores”.
En el marco de estos tres problemas se desarrollan las propuestas de Samper: la tierra, la justicia y el medio ambiente. Su apuesta más importante en el Congreso será la justicia social, para él este “es el tiempo de la gente”, por eso quiere poner al servicio del país su juventud, pero también su experiencia.
No se considera un político tradicional, aunque su padre haya sido presidente. Por el contrario, considera que la gente ya no confía en los políticos y por eso quiere llevar a cabo el cambio con el número 13 de la lista de los Verdes.
Incluso denuncia que durante su recorrido por el país se ha topado de frente con la corrupción electoral. No da nombres, según él, porque quiere llegar vivo al 13 de marzo.
“Las maquinarias políticas están absolutamente desatadas. En Sincelejo, por ejemplo, había una denuncia, nos comentó un líder, que están ofreciendo $600.000 pesos por el voto que ellos denominan el voto culto, el voto culto es el voto universitario, es el que más vale”.
Por último, asegura que la sombra de su padre y los comentarios del tan sonado ‘Proceso 8.000’ no le afectan, prefiere escuchar a aquellas personas que se cruza en su campaña y exaltan la política social de los años 90.