Kienyke.com conversó con el senador y precandidato presidencial, Jorge Enrique Robledo, sobre su propuesta política para las elecciones de 2022, retos del país tras la pandemia de covid-19 y posibles alianzas que pueda concretar la Coalición de la Esperanza para unir al centro.
Durante 26 años Robledo fue profesor de tiempo completo de la Universidad Nacional de Colombia. Desde el 2002 es senador y ahora busca ser el próximo presidente de Colombia con una propuesta construida desde el centro, que le haga contrapeso al uribismo y al petrismo, dominadores del debate público desde hace unos años.
¿Cómo avanza su campaña como precandidato a la Presidencia?
JR: Hay que recordar que cuando empezamos a hacer público este proyecto, en enero de este año, hubo quienes salieron a presionar, a decir que era una 'bobería' porque la elección del 2022 consistiría en repetir la elección de 2018, solo que no estaría Duque de cuerpo presente sino Duque de cuerpo ajeno y que la otra opción era quien compitió con él en la segunda vuelta. Pero el hecho cierto es que este proyecto está consolidado, con organizaciones importantes, con nombres conocidos en la vida política nacional y hoy no se puede hablar de política sin hablar de la Coalición de la Esperanza".
Recientemente Juan Fernando Cristo invitó a varios líderes políticos a reunirse para buscar un acuerdo programático, ¿Qué posición tiene al respecto?
JR: Me parece una buena idea. Entiendo que todos los invitados aceptaron y ya estamos definiendo fechas. Nos vamos a reunir, es una idea muy positiva que cada uno ponga sus puntos de vista sobre la mesa. No puede haber propuestas 'duquistas', este proyecto no le juega al clientelismo y la politiquería porque así no se pueden lograr los cambios que necesita Colombia.
Mire aquí la conversación que Kienyke.com sostuvo con Jorge Enrique Robledo, senador y precandidato a la Presidencia República por el Partido Dignidad, integrante de la Coalición de la Esperanza.
Hace unos meses usted dijo que no se veía en un proyecto junto a Alejandro Gaviria, ¿esa decisión ha cambiado? ¿hay posibilidad de verlos en un mismo proyecto político?
JR: La posición acordada es conversar con él. Recordando un hecho conocido y es que él está en un proyecto político diferente al de la Coalición de la Esperanza. El proyecto que viene construyendo es con el Partido Liberal de César Gaviria.
¿Es decir que la idea del cónclave es limar asperezas y que puedan llegar en buenos términos a una consulta en marzo?
JR: Esa es una de las posibilidades. Habrá que tener paciencia y esperar cómo resulta esa reunión.
Hay quienes dicen que gane quien gane no se va a arreglar el país en los próximos cuatro años y que lejos de eso el 2022 es una especie de oportunidad para ponerle fin a los gobiernos de derecha, ¿usted qué opina?
JR: El que diga que va a arreglar los gravísimos problemas de Colombia como por un milagro, presentándose como un superman, es un charlatán que engaña a la gente. Resolver los problemas de este país es un proceso largo y eso lo sabe la Coalición de la Esperanza. No somos supermanes o caudillos que andan echándole cuentos a la gente.
¿Si el centro no se une vuelve a ganar el uribismo, o el duquismo al que usted se refiere?
JR: El duquismo es más preciso porque recogió a partidos como la U, Cambio Radical, al Partido Conservador y así sea a escondidas, al Partido Liberal. ¿Qué ellos nos van a ganar? No lo creo, eso es paja. Nosotros vamos a ganar la Presidencia de la República. Estoy convencido de que un candidato de la Coalición De La Esperanza llegará a segunda vuelta y se llevará la Presidencia.
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¿Cómo generar más y mejores empleos?
JR: Reduciendo las importaciones. Aquí la gente celebra que el país esté inundado de productos extranjeros, sin saber que eso destruye empresas, fincas y empleos nacionales. Colombia adolece de un exceso de importaciones. Además, reducir el costo país. Las cosas no funcionan si tenemos tasas de interés por las nubes, si a la gente no le prestan en los bancos, hay que hacer una reforma importante, y por supuesto atender los temas de educación y ciencia.
¿Cuál sería su apuesta en cuanto a los TLC del país?
JR: Hay que revisarlos. Hace unos días me decía un empresario: "Si yo hago una sociedad con alguien y tres o cuatro años después estoy perdiendo plata, tengo derecho a decirle que cambiemos el negocio". Es decir, se pueden modificar, hay que sentarse a hablar del tema y hacer los ajustes necesarios. Lo que no quiere decir que no nos relacionemos con el mundo. Esa es otra mentira descarada de los neoliberales. No se dejen engañar.
Un punto que no podemos dejar pasar es su discusión con el precandidato del Pacto Histórico, Gustavo Petro, por afirmar que su gobierno decretaría la suspensión de la exploración petrolera en Colombia, ¿cómo actuaría un gobierno suyo frente a esta materia?
JR: Petro no solo dijo que suspendería la exploración sino también la exportación de petróleo. Ese es un error garrafal, uno de mis desacuerdos de fondo con él. Quien cierre las exportaciones petroleras destruye a Colombia. Tenemos una dependencia muy grande de las exportaciones de petróleo y eso no es bueno, pero ahí está y no se puede cambiar en cinco minutos. Yo espero que retire esa propuesta y acepte que se equivocó. Hay que atender los problemas del cambio climático, pero no destruyendo la economía nacional. Aprovecho para invitarlo nuevamente a un debate público que no quiso dar sobre este tema, pero si algo quedó claro en Glasglow fue que el país que destruya su economía para arreglar los problemas de calentamiento global lo que hace es un ridículo universal.
¿Qué opina de la despenalización del aborto?
JR: Es un tema bien espinoso, cualquier decisión en ese sentido es una decisión tremendamente dolorosa, en un sentido o el otro, no es fácil de tramitar. Pero, me uno a quienes creen que se debe respetar la decisión de la mujer que es la que enfrenta esa situación tan complicada. No se trata de imponerle nada a nadie sino que exista la posibilidad y partiendo de ahí que cada mujer tome la decisión que considere más correcta.
¿Cuál es su posición sobre la eutanasia?
JR: Son decisiones que deben tomar las personas. En estos debates a nadie se le está obligando para que actúe en determinada dirección. Quien por sus convicciones religiosas o morales no quiera asumir una posición, que no lo haga. En este tipo de decisiones lo democrático es permitir que cada persona decida, que cada quien use su libre albedrío.
¿Y sobre la legalización de las drogas, específicamente del cannabis?
JR: La solución mágica sería legalizar el consumo de las drogas. Esta claro desde el siglo XX cuando en Estados Unidos se prohibió el consumo de alcohol, lo que generó una violencia espantosa y un mar de sangre. ¿Cómo resolvieron el problema? Legalizaron el consumo de alcohol dentro en unas ciertas características y controles. Sin embargo, en mi gobierno no tomaría esa decisión, porque no hay condiciones políticas globales. Lo que hay que buscar es un acuerdo global, empezando por Estados Unidos.
