El senador David Barguil fue elegido como candidato único del Partido Conservador para 2022. Kienyke.com lo entrevistó para conocer a detalle su propuesta política de cara a las urnas, retos y posibles alianzas camino a las urnas. La seguridad, el empleo y la educación, sus principales apuestas para conquistar al electorado.
La semana pasada el Directorio Nacional proclamó al oriundo de Cereté, Córdoba, como su candidato para que lo represente en las elecciones del próximo año, seguramente midiéndose en una consulta con los elegidos de otros partidos de derecha. Eso sí, desde hace un mes la bancada del Congreso lo había elegido, fiel reflejo de la importancia del senador en las toldas azules.
¿Qué lo motivo a aspirar a la Presidencia?
DB: Ya está bueno de ser vagón de cola del tren, de ser apéndice de los gobiernos de turno. El partido quiere recobrar su vocación de poder, es una colectividad de 172 años de historia. Los principios y valores del partido están más vigentes que nunca, ya lo decíamos; creer en Dios, defender la familia, la autoridad y el orden, la democracia, la lucha contra las drogas, la libertad sin privilegios y poner a la juventud, mujeres y campesinos en la agenda del país.
La mayoría de precandidatos del Partido Conservador no estuvieron de acuerdo con el mecanismo de elección del candidato, ¿Por qué le apostaron a este proceso?
DB: Es de conocer los estatutos del partido. Se hizo un proceso atendiendo lo que los estatutos plantean, lo que pasa es que muchos no habían estado y no han tenido ese recorrido al interior de la colectividad. Hubo un pronunciamiento unánime de la bancada del partido, de las juventudes y también de las bases conservadores. Los estatutos consagran que el primer mecanismo es el consenso, cuando se da ese pronunciamiento de todos los sectores, se llevó al directorio y allí se votó de manera unánime.
Mire aquí la conversación que Kienyke.com sostuvo con David Barguil, senador y candidato a la Presidencia República por el Partido Conservador.
¿Que los exministros Juan Carlos Echeverry y Mauricio Cárdenas mantengan sus precandidaturas no divide al partido?
DB: Habrá que verlo cuando inicie la campaña. Pero, incluso ellos no acompañaron la candidatura de Marta Lucía Ramírez (en 2018) y eso lo recuerda el partido, entonces no creo que haya ninguna división.
¿La idea es conformar una gran coalición de derecha?
DB: El punto de partida es hacer nuestro proceso, por supuesto no descartamos una gran alianza, que debe ser programática. Debe haber la posibilidad de llegar con distintos sectores, esto no puede ser cerrado, para defender la democracia del país. Hay 21 millones de ciudadanos en la pobreza, entonces lo que le vamos a decir a otros sectores es que tenemos que plantear un propósito mayor y es el de sacar a los colombianos de la pobreza, no hay mayor reto. Cualquier alianza debe estar enmarcada en ese propósito.
¿Se demoró el Partido Conservador en elegir a su candidato?
DB: No. Creo que el momento fue idóneo. Muchas de las otras candidaturas no se han definido, los que van por firmas no sabemos si van a estar porque depende de que se recojan y se avalen las firmas. Hay una foto parecida a la del 2018, por ahora los colombianos no conocen bien a los candidatos y sus propuestas. El proceso electoral no ha iniciado legalmente. Estamos seguros de que cuando conozcan nuestra historia vamos a lograr el apoyo mayoritario de los colombianos.
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¿Cómo competir en un panorama con tantos candidatos alternativos y usted entra con un historial más tradicional?
DB: No sé si le parezca tradicional que decir que hay unos poderosos que han abusado del país y se han quedado con sus riquezas (...) Lo que pasa es que yo no le juego a la doble moral de los que se disfrazan de independientes, buscan firmas, pero en las noches están buscando a los partidos para lograr los apoyos. La democracia se hace a través de partidos. La pelea la podemos dar desde adentro.
¿Haber jugado en llave con el Centro Democrático le podría pesar al Partido Conservador en las urnas?
DB: El partido se había acomodado y eso le hizo mucho daño, pero llegó la hora y el mensaje que se lanza con nuestra candidatura es que vamos por la Presidencia, estamos listos para ello.
Una situación que le pesa un poco es lo relacionado con su ausentismo durante su paso por la Cámara de Representantes entre 2014 y 2018, ¿Qué nos puede contar de este episodio? ¿Por qué tantas ausencias? Se habla de 73 faltas en siete periodos legislativos.
DB: El Consejo de Estado dijo que eso no era así. Se habló solo de 12 ausencias en cuatro años. Yo tengo claro lo que ha pasado. Cuando uno da las peleas que yo he dado -yo me he atrevido a enfrentar a los sectores más poderosos del país, los que quitan y ponen presidentes- cuando uno logra ser escogido para una candidatura presidencial, es normal que esto pase. Es el pan de cada día.
