La Coalición Centro Esperanza enfrenta uno de los momentos más tensos desde el denominado cónclave que prometía resolver las diferencias que existen entre los líderes políticos que allí participan. El plazo que estableció la precandidata presidencial Ingrid Betancourt se venció a la medianoche y no se llegó a ningún acuerdo, por lo que, si cumple su palabra, en las próximas horas renunciará a la alianza de centro.
Ayer, en la rueda de prensa "extraordinaria" que convocó, Betancourt reiteró no está dispuesta a seguir haciendo equipo si no se rechazan las adhesiones con partidos tradicionales, como las que recibió Alejandro Gaviria en los últimos días. Según explicó, recibir a maquinarias en la coalición es algo que no va a aceptar, pues no volvió a la política para hacer ese tipo de acuerdos.
"Si la coalición no toma la decisión de prohibir los apoyos de personas vinculadas con maquinarias que llevan a la corrupción, y si esa decisión no se toma esta noche, con mucho dolor, pero con el compromiso y la responsabilidad que tengo con la coalición y con los colombianos, yo me retiro de la coalición", aseguró.
Han pasado casi 20 horas desde esa declaración y aún no pasa nada en la coalición. Ni se llegó a un acuerdo con respecto a las adhesiones, ni Betancourt renunció a su participación en la Centro Esperanza. Eso sí; el caos parece reinar y el cliché de la "tensa calma" parece definir a la perfección lo que sucede al interior de ese grupo político.
Las reuniones han sido infructuosas, mientras desde Bogotá Betancourt condicionó su permanencia, otros precandidatos han seguido sus recorridos regionales con total normalidad. Desde esos lugares algunos se han referido a la situación, pero más que sentar una posición sobre las alianzas que pueden o no cerrar, han hecho un llamado a la unidad que empieza a convertirse en paisaje.
El exministro Juan Fernando Cristo expresó este viernes desde la Tebaida, Quindío, que están defraudando al país por la pelotera que han protagonizado en las últimas semanas. Por lo tanto, llamó a sus copartidarios para que resuelvan sus diferencias y salgan a las calles a hablar de sus propuestas.
A su vez, el senador Jorge Enrique Robledo, quien desde el comienzo expresó las diferencias que tiene con Alejandro Gaviria, respaldó el reclamo de Betancourt al señalar que quienes hayan hecho equipo con el actual gobierno no tienen cabida en la coalición. "No puede ser una especie de sancocho en el que quepan todas las concepciones ideológicas y políticas porque tenemos puntos de vista que nos diferencian de otros (...) Somos distintos, no es sorprendente que pueda haber puntos de vista diferentes, pero este es un debate dentro de la coherencia propia en la política. Quienes estén con Iván Duque no pueden estar en este proyecto", declaró en diálogo con W Radio.
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Este viernes los miembros de la Coalición Centro Esperanza realizarán un nueva reunión para responder a la amenaza que lanzó la candidata Betancourt. No obstante, la decisión no es nada sencilla. La líder de Verde Oxígeno adoptó una posición -en sus palabras- intransigente, que pone a decidir a los demás entre ella y Gaviria, pues su molestia radica exclusivamente en los apoyos que ha recibido el exministro de Salud, como es el caso de los senadores Germán Varón de Cambio Radical y Miguel Ángel Pinto del Partido Liberal.
Su reclamo, el pleno debate presidencial, generó una dura respuesta del exrector de la Universidad de los Andes, quien la tildó de hipócrita y oportunista, términos que también retumban en las redes sociales, ya que quienes respaldan a este grupo político no están de acuerdo con que la colombo-francesa llegase al minuto 90', anunciara precandidatura y ahora quiera poner las reglas con las que deben jugar los demás precandidatos.
Además, hay que señalar que detrás de su crítica hay cierto cálculo electoral. Si Gaviria logra convertir esas adhesiones en votos seguramente tomará un papel protagónico en la consulta. Políticos como los que se le han unido tendrían más de 200 mil votos, suficientes para sumarle en donde no es muy conocido.
Por su parte, Gaviria está firme en su posición de sumar apoyos. Desde su llegada a la coalición ha hablado de un centro pragmático y ha instado a los demás a no jactarse de una superioridad moral que les impida llegar a acuerdos. Además, ha sido claro en señalar que no va a pedir permiso al momento de sellar alianzas.
En ese sentido, la coalición debe tomar una decisión hoy mismo -exactamente era ayer- con respecto a las adhesiones. Especialmente, debe decidir si se prohíbe este tipo de respaldos, como lo pidió Betancourt. De hecho ya se habla de un borrador que establece que no aceptarán adhesiones de congresistas que hayan hecho parte de los partidos de gobierno desde 2018 y que solo acogerán a los que se hayan manifestado en contra del actual gobierno.
Un camino que no debe dejar de ser analizado es que Betancourt renuncie a la coalición y le apunte a llegar a la primera vuelta sola. El otro es que Gaviria salga de la Centro Esperanza ante el desacuerdo con las alianzas que ha conseguido. Y una última opción es que todo siga igual tanto para Betancourt como para Gaviria. A todas luces, las dos primeras opciones debilitarían en mayor medida el proyecto político con el que pretenden llegar al poder.
Es así que en las próximas horas se tendría que decidir el rumbo de la coalición y sus siete precandidatos. Son momentos cruciales en los que podría pasar de todo; como el tambaleo de los avales que entregaría Verde Oxígeno a Sergio Fajardo y Carlos Amaya, y lo único seguro es que mientras sufren ese desgaste basado en la mecánica electoral las otras coaliciones avanzan a pasos agigantados, como lo muestran las encuestas.
