
El agarrón entre Alejandro Gaviria e Ingrid Betancourt, que produjo el ultimátum y posterior renuncia de la candidata presidencial de Verde Oxígeno a su participación en la Coalición Centro Esperanza, sigue generando reacciones. En su podcast 'Hagamos la diferencia', el exministro y exrector de la Universidad de los Andes cuestionó la postura moralista de la también exsenadora.
Pese a no mencionarla directamente, Gaviria se refirió al caos que ha generado el reclamo de Betancourt por las adhesiones que ha recibido de parte de senadores como Miguel Ángel Pinto del Partido Liberal y Germán Varón Cotrino de Cambio Radical. En su relato en Spotify aseguró que cualquier líder que quiera transformar a Colombia tiene que unirla y que esa titánica tarea no la puede hacer solo.
"Va a tener que invitar a más gente. Va tener que ser pluralista en el sentido más político de la palabra. Va a tener que trabajar con personas que piensan distinto, que tienen una visión distinta del cambio", inició diciendo Gaviria.
El exrector de Los Andes expresó su desacuerdo con la postura moralista extrema que, según dio a entender, adoptó Betancourt, la cual generó su salida de la coalición y un nuevo capítulo de crisis al interior de la Centro Esperanza. Además, enfatizó en que si se divide no se podrá gobernar y, por tanto, la transformación del país se complica.
"Esa postura moralista extrema, que divide al mundo entre buenos y malos, que puede ser rentable políticamente, que puede ser buena para ganar la elección, no lo será tanto así para gobernar. Si uno divide para ganar de esa manera no podrá ser un transformador. Y allí se esconde, de alguna manera, las grandes complejidades de la política: está definida por la imperfección", comentó.
Para Gaviria, el arte de la política es encontrar un balance, es ser fiel a los principios sin refugiarse en la pureza moral, a la cual considera inconveniente como discurso e incluso como acción. No obstante, señaló que renunciar a los principios tampoco es el camino, por lo que se debe encontrar un equilibrio para tener éxitos políticos.
"El mayor reto de un líder político en Colombia hoy, cuando los ciudadanos han perdido la confianza en las instituciones democráticas, es moralizar la política y al mismo tiempo no renunciar a la responsabilidad del cambio", afirmó.
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Hay que señalar que detrás de la crítica de Betancourt había cierto cálculo electoral. Si Gaviria logra convertir las adhesiones en votos seguramente tomará un papel protagónico en la consulta. Políticos como los que se le han unido tendrían más de 200 mil votos, suficientes para sumarle en donde no es muy conocido.
Por su parte, Gaviria se ha mantenido firme en su posición de sumar apoyos. Desde su llegada a la coalición ha hablado de un centro pragmático y ha instado a los demás a no jactarse de una superioridad moral que les impida llegar a acuerdos. Además, ha sido claro en señalar que no va a pedir permiso al momento de sellar alianzas.
En lo que respecta a esas adhesiones, la coalición estableció una serie de requerimientos para evitar futuros conflictos:
1. No aceptar adhesiones de congresistas que hayan hecho parte de los partidos declarados de gobierno a partir del 7 de agosto del año 2018.
2. No aceptar adhesiones de congresistas que hayan acompañado con sus opiniones o sus votos las iniciativas del gobierno de Iván Duque como consecuencia de la entrega de prebendas burocráticas o de inversión en recursos públicos. Así mismo, no aceptar adhesiones de congresistas que hayan acompañado con sus votos las iniciativas del gobierno, o del Centro Democrático, cuyo propósito haya sido debilitar la implementación del acuerdo de paz.
3. No aceptar adhesiones de dirigentes políticos condenados o sancionados por corrupción, por narcotráfico, o por haberse aliado con organizaciones armadas al margen de la ley.
4. No aceptar adhesiones de dirigentes políticos que hayan heredado una organización política de familiares condenados o sancionados por corrupción, narcotráfico o vínculos con organizaciones armadas al margen de la ley.
5. Toda adhesión queda sujeta al compromiso de acompañar después del 13 de marzo al precandidato que resulte ganador de la consulta que se realizará en esa fecha.